Leer a Borges en la entrada del Laberinto junto a Cecilia Bona no tiene precio

Texto y fotos: Mayrin Moreno Macías

¿Y si muchas personas aparecieran con un libro en la mano? ¿Y si se reunieran una tarde a estrangular el fastidio del domingo? ¿Y si fuera en un sitio con árboles, al aire libre, tomando mates? ¿Y si todos leyeran en voz baja a Borges? ¿bien concentraditos? ¿y que además anoten tu nombre y los tres números del DNI para un sorteo y te lleves libros, un vino o unos ricos alfajores? ¿Y que al final te digan que las puertas están abiertas para más propuestas literarias? ¿será que es mucho pedir?

Pues no. Sucedió en San Rafael, en el Laberinto de Borges y con una invitada que revolvió el avispero de los lectores: Cecilia Bona, creadora de Por qué Leer. En este viaje Cecilia pudo hacer un recorrido por el Cañón del Atuel junto a sus anfitriones: Laura y Pablo de @elotrocielolibros, Vaniria Simon y el gran amigo y fotógrafo Valentín Miri, quien compartió sus saberes de buena tinta. Otra excursión fue por la finca los Álamos, pero en @porqueleerok podrán enterarse de más.

Cecilia también fue testigo de un enjambre de voces, de esos seres que pasan desapercibidos, que escriben poemas en servilletas, que sacuden el tedio de un domingo, que recorren cafés sedientos de una amena tertulia, que se saben de memoria el Soneto del Vino, que no hablan después de un punto final y que recuerdan “que el tiempo es otro río”, que saben lo que hay en el fondo de una damajuana y que cuando se acerca la tormenta huyen despavoridos…