
«Mi desengaño»: homenaje a Roberto Roena
Por Rúkleman Soto.- Compré mi primer bongó en la tienda Yamaha de Los Teques, ubicada en la avenida Bermúdez, entre El Cabotaje y La Estación. La verdad es que el negro Yois puso la mayor parte del dinero. Yo vendí una vieja cámara Agfa que no era réflex, pero metía la coba. Con eso completamos lo que faltaba para ponernos en ese instrumento tapa amarilla. Hasta nos alcanzó para el cencerro y todo.
Teníamos la misma edad en que Ismael Cortijo se fijó en Roberto Roena (quien primero fue bailarín de ritmos caribeños) y lo enseñó a tocar el cencerro y el bongó, incorporándolo al legendario combo que rompió la barrera racial, montándose con el genio de Ismael Rivera en escenarios hasta entonces reservados a gente blanca. De ese nivel era el maestro del pelao que se iniciaba en la percusión allá por 1956… Continúa leyendo «Mi desengaño»: homenaje a Roberto Roena