Vera Menchik, una mujer

Por Bautista Franco-. En 1939 se disputaron en Buenos Aires unas históricas olimpiadas de ajedrez por equipos que fueron interrumpidas por el estallido de la Segunda gran guerra. Ese torneo, que destacó por la presencia de jugadores como Capablanca, Alekhine, Tartakower y Najdorf, entre otras leyendas, tuvo lugar en el teatro Politeama, ubicado en la icónica avenida Corrientes, y fue organizado solamente para varones. 
Aprovechando la lejanía latinoamericana de la acalorada situación europea, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) dispuso que se realice en el mismo lugar el campeonato mundial femenino, en el que participaron 19 jugadoras de múltiples países. La separación de sexos como categoría es hasta el día de hoy un problema… Continúa leyendo Vera Menchik, una mujer

Ossip Bernstein y la partida de la muerte

Por Bautista Franco.- Aunque seguramente haya varias partidas del juego ciencia que corresponden más al mundo de los muertos que al de los vivos, hay una que quedó signada en la historia del ajedrez moderno no por su calidad, sino por salvar la vida de un gran jugador de su tiempo.
Ossip Bernstein nació en el antiguo Imperio Ruso, era hijo de una familia de comerciantes judíos que lo enviaron a estudiar a Alemania, donde se doctoró en Derecho. En 1902 ya había marcado un importante nivel ajedrecístico al ganar el torneo de la Federación General de Ajedrez de Berlín. A su vuelta a Rusia, el joven entró en las grandes ligas y obtuvo mucho reconocimiento. 
Durante más de diez años, entre 1903 y 1914, se mantuvo en el top ten de los jugadores más fuertes del mundo, una labor interrumpida por el estallido de la Primera Guerra Mundial y posteriormente por la Revolución Rusa. Allí las políticas laicistas soviéticas -Ossip era judío- complicaron la situación social y financiera del jugador, ya que también fueron afectadas las grandes ganancias que estaba obteniendo como abogado empresarial… Continúa leyendo Ossip Bernstein y la partida de la muerte

Encontrando a Bobby Fischer

Por Bautista Franco.- Para los aficionados al juego ciencia, el nombre de Bobby Fischer no es extraño: se asocia al genio y la locura. Los profesores se esmeran en contar las mil y una hazañas del joven. Para el resto del mundo, de los simples mortales que sobreviven por fuera de los tableros, es un nombre como mucho leído alguna vez en la sección cultural. Estas breves historias deben ser una excusa para acercarse al juego ciencia, tal vez haya un Bobby escondido dentro suyo y no lo sabe.
En Estados Unidos nació en 1943 uno de los más grandes maestros que haya dado la historia del ajedrez mundial: Robert James Fischer. A diferencia de otros prodigios, Bobby no destacó en el juego sino hasta después de los 13 años, cuando comenzó un veloz crecimiento en el deporte. A los 15 años y medio había obtenido el título de Gran Maestro -algo inédito- y estaba clasificado al torneo de Candidatos, un torneo exclusivo que determina al próximo retador del campeón del mundo. Solo 33 años después alguien pudo arrebatarle el trofeo a la persona más joven titulada Gran Maestro “masculino”: su nombre era Judit Polgár, una de las tres hermanas húngaras… Continúa leyendo Encontrando a Bobby Fischer

El experimento Polgar

Por Bautista Franco.- En la Hungría soviética de la mano del psicólogo y profesor de ajedrez Laszlo Polgar, con el apoyo de su esposa Klara de origen ucraniano, se gestó un experimento educativo que trascendió a la historia del juego ciencia y de la humanidad por su particularidad.
Durante su juventud Laszlo observaba que los estudiantes que tenían mayor apoyo y motivación destacaron por encima del resto. Posteriormente y tras varios años de investigación comenzó a escribir un libro titulado “Niños genios” que versaba sobre una forma educativa que garantizaba como resultado una mente brillante producto de la educación impartida a un niño o niña.
En la última década comunista del país Laszlo experimentó el método de educación de genios con sus tres hijas: Susan, Sofía y Judit Polgar… Continúa leyendo El experimento Polgar

El instinto de Capablanca

Por Bautista Franco.- Hace 132 años nacía en La Habana un genio sin precedentes en la historia del ajedrez. José Raúl Capablanca veía jugar a su padre y sus amigos y a los 4 años de edad se reía y corregía los malos movimientos de esos pésimos jugadores. 
En 1901, con solo 13 años, enfrentó al campeón nacional cubano Juan Corzo, al que derrotó con un impresionante nivel que nadie sabía de dónde había obtenido. Capablanca enfilaba a ser rápidamente un fenómeno mundial y tras viajar a Estados Unidos, supuestamente a estudiar, venció al  gran Emanuel Lasker, quien tomó la mano del campeón diciendo: “Es notable, joven, usted no ha cometido errores”. Era notable porque el cubano no gozaba de un entrenamiento ni una formación estricta en el tema, era un iluminado… Continúa leyendo El instinto de Capablanca

Von Kempelen y su máquina El Turco

Por Bautista Franco.- En 1769 Wolfgang von Kempelen, consejero de la corte de Viena, escritor e inventor, fue invitado por la emperatriz de Austria, María Teresa, a ver un espectáculo de magia. El consejero disfrutó el espectáculo y al final  manifestó que podría hacerlo mejor.
Seis meses después el inventor apareció triunfal en la corte con un invento fabuloso. Eran los inicios de la Revolución Industrial y las máquinas parecían ofrecer un sinfín de posibilidades. Fue en ese momento histórico que El Turco, como se llamó el invento, ingresó en el terreno de la historia. Se trataba de un autómata con turbante, adherido a una gran caja de madera repleta de mecanismos de relojería. En su interior apenas parecía haber lugar para que entrara un sombrero, ya que la maquinaria ocupaba casi todo. El Turco generó gran sensación ya que vencía a sus rivales en menos de media hora y la noticia fue copando las conversaciones en las tertulias de toda Europa… Continúa leyendo Von Kempelen y su máquina El Turco

Beth Harmon, Miguel Najdorf y las simultáneas de Sao Paulo

Por Bautista Franco.- Nunca antes una producción audiovisual sobre ajedrez había alcanzado el éxito de la miniserie Gambito de Dama, y no solo en referencia a la cantidad de visualizaciones, sino también a la inserción del juego ciencia como tema de conversación apasionado. Decenas de miles de personas hablan y desean jugar al ajedrez luego de que Beth Harmon se presentó a ojos de los espectadores. Quienes no saben, quieren jugar, y los que saben, también. Es, para los fanáticos del tablero de 64 cuadros, un verdadero sueño, la llegada de la justicia y el reconocimiento del placer de pensar. 
A los ojos primerizos de los espectadores que poco y nada saben de este deporte, es menester informar que el mundo del ajedrez carece de aburrimiento. Cuando en el tablero se sucedían combinaciones apasionantes, a su alrededor las tramas superaron muchas veces la ficción. Una de ellas es la del polaco Miguel Najdorf… Continúa leyendo Beth Harmon, Miguel Najdorf y las simultáneas de Sao Paulo