
BUEYES PERDIDOS | Un universo que ya no existe
Por Mariano Dubin.- A finales del siglo XX, por motivos que ya no recuerdo, pasaba largos, larguísimos meses en Punta Alta, pueblo lejano de la provincia de Buenos Aires. Para dar algo de precisión, en un barrio FONAVI de sus periferias urbanas. En aquel entonces, no solo no había telefonía móvil, sino que el único teléfono (fijo) existente era uno que se encontraba a exactos cien metros de la casa de mis abuelos.
La cuestión (y esto parecerá tan mitológico como las ninfas o las valquirias) es que en aquel lejano teléfono mi padre me llamaba para ver cómo estaba… Continúa leyendo BUEYES PERDIDOS | Un universo que ya no existe