
CUENTO | Los zapatos de tío Silvestre
Por María Teresa Canelones Fernándesz.- Hubo un tiempo en que a mi mamá le decían regalito de Navidad, porque todo lo regalaba.
Por esos días su tío Silvestre le mostró las desgastadas zuelas de sus zapatos y mi madre, con gesto compasivo, le prometió de inmediato al octogenario que pronto estrenaría calzado.
Transcurrían los meses y durante las reuniones familiares el tío Silvestre cada vez que podía le preguntaba sutilmente a mi mamá por los zapatos. Entre la algarabía de los hermanos y primos, ella contestaba con exageradas muecas –de quien está haciendo intentos por escuchar para poder responder– que había olvidado contarle que le había encargado unas hermosas botas de cuero.
Él hacía un gesto de alegría y seguía la fiesta. Pero pasaba el tiempo y se repetían los diálogos entre el tío y mi madre, quien ya aumentaba descaradamente sus excusas… Continúa leyendo CUENTO | Los zapatos de tío Silvestre