Por Msc. Miriam Macías
Especialista en Terapias Naturales
La Fregaria vesca, llamada comúnmente frutilla o fresa, es un género de plantas rastreras estoloníferas de la familia Rosaceae. La frutilla es un fruto de color rojo brillante que seduce la mirada, su intenso aroma evoca el placer y su jugo dulce recrea el paladar.
Las frutillas son fuente de vitaminas del grupo B (B2 o Riboflavina, B3 o Niacina, B5 o Ácido Pantoténico, B6 o Piridoxina, B9 o Ácido Fólico), C, A, E y K. Además, son ricas en minerales como hierro, magnesio, potasio, calcio, fósforo, manganeso, cobre y silicio. Al respecto, el Dr. Russell Trall expuso que “son una excelente fuente de vitamina C, mejor aún que los cítricos, porque estimulan el sistema inmunológico y protegen el organismo de virus, bacterias”. Su aporte de vitaminas A y E protege contra la acción de radicales libres, impidiendo el envejecimiento de las células.
Asimismo, tienen múltiples propiedades terapéuticas, tales como: desintoxicante, diurética, levemente laxante, desinfectante, antianémica, antioxidante, antinflamatoria.
Por sus propiedades desintoxicantes, se aconseja consumir una taza diaria de frutillas para ayudar a desechar las toxinas del organismo.
La frutilla es levemente laxante debido a su alto contenido de fibra soluble, por esto ayuda a facilitar el tránsito intestinal y es recomendada en casos de estreñimiento y de hemorroides.
Las frutillas son bajas en calorías y contienen una gran cantidad de agua, por lo que se consideran diuréticas, aumentan la producción de orina y estimulan la eliminación de ácido úrico, por lo que resultan recomendables en casos de gota.
Un estudio realizado en Estados Unidos reveló que los diversos fenoles que contiene la frutilla (quercitina, canferol, antocianina y catecol) disminuyen el colesterol y la homocisteína, causantes de la obstrucción de las arterias. También se determinó que quienes comieron una taza de fresas durante cuatro semanas aumentaron sus niveles de folatos, los cuales intervienen en la producción de glóbulos rojos, lo que evita la anemia.
Las cualidades desinfectantes de las frutillas son muy efectivas para tratar problemas bucales, como la inflamación de las encías o gingivitis. Para esto solo es necesario cortar una frutilla por la mitad y aplicarla directamente en las encías.
El ácido salicílico contenido en las frutillas hace que tengan acción antinflamatoria, lo que ayuda a mejorar la artritis y el reumatismo. Es importante aclarar que el ácido salicílico puede producir alergias en algunas personas, por lo que se recomienda no introducirlas en la dieta de los niños hasta que el pediatra lo autorice, nunca antes del primer año de vida.