Por Gloria Kreiman
Todo el mundo está hablando sobre «El amor después del amor», la serie que toma el nombre del disco que cumplió 30 años el año pasado, del enorme Fito Páez.
Ocho capítulos (basados en el libro autobiográfico «Infancia y juventud») que van desde el nacimiento del músico hasta su primera gran consagración con ese álbum; pasando por su camino musical, amoroso y familiar.
A diferencia del disco, que -se sabe- es perfecto, «El amor después del amor», la serie, tiene varias cosas que no me gustaron:
Algunas actuaciones exageradas, poco convincentes o con un parecido a los personajes reales poco orgánico.
Cuenta mucho tiempo en poco tiempo, por lo que el guion se ve obligado a pasar muy rápidamente por algunos momentos, a hacer saltos temporales forzados, a presentar algunas cosas de un modo demasiado collage.
Tiene una estética, una narrativa y un registro que oscila casi siempre entre el melodrama, el videoclip y el suspenso con drogas y alcohol de los 2000; con recursos para ir en estos sentidos que me resultaron demasiado intensos, efectistas, lavados.
Y parece preocuparse más por reproducir con la mayor fidelidad posible locaciones y personas que por configurarse como un buen contenido audiovisual.
De cualquier forma, hay varias otras cosas que sí me gustaron:
Algunas otras actuaciones súper bien logradas, como la de Campi que interpreta al padre de Páez o Micaela Riera haciendo de Fabiana Cantilo, con un parecido físico y gestual impecable pero más allá de eso con calidad y profundidad actoral.
Un gran trabajo de producción, dirección de arte, vestuario y maquillaje. Mucha sensibilidad y detalle detrás de eso.
Y principalmente los momentos musicales que elige mostrar, que son joyas poéticas de la cultura argentina. Me hubiera gustado más ver un documental sobre esos mismos momentos pero, como sea, ver a Fito mirando una película o grabando un disco con Charly, enamorándose de Fabiana, cantando con Spinetta en su casa y componiendo algunas de las tantas maravillas que ha hecho es hermoso.
Invitados así a «El amor después del amor», que puede verse en Netflix y que -más allá de esas cuestiones que pueden ser reprochables- es una linda serie para ver, conocer o recordar episodios de la vida de uno de nuestros mejores músicos y disfrutar de un pantallazo del tremendo rock nacional que tenemos en Argentina.
