Carolina Elwart
Leandro Ubilla
José Luis Morales
El rock ha mutado. Todo lo que nació a fines del 60 en la Argentina ha ido uniendo hilos de las más variadas mezclas. La trama se ha ido configurando y a pesar de que muchos intenten plantear un rock solamente en las décadas de los 80, 90 y comienzos de este siglo, lo cierto es que insistimos con el flaco Spinetta que “Aunque me fuercen yo nunca voy a decir / que todo tiempo por pasado fue mejor / mañana es mejor”.
Marilina Bertoldi es ella, una cantante nacida a fines de los ’80 que decidió, luego de ser viral con uno de sus temas, armar su propia banda: Marilina Connor Questa, jugando con la literariedad del lenguaje. Luego se lanzaría como solista y con su disco “Sexo con modelos” ganaría el Gardel de oro por Mejor Álbum de Artista Femenina de Rock en 2017, galardón que solo como mujer había obtenido nuestra querida Mercedes Sosa.
Las mujeres hace rato que hacen rock, en un mundo dominado por los hombres donde hacerse un lugar ha tenido que terminar en una ley de cupo femenino para los recitales. En su segundo disco solista, “Prender un fuego”, Marilina ha madurado y ella lo dice: “El nombre es como una conclusión, un punto de madurez. Toda la vida quise y entendí que todo tiene que cambiar, que es un desastre y quiero prender fuego todo. Hasta que pude entender con el tiempo (…) Entendí que para generar cambios grandes cada uno tiene que prender un fuego, uno solo, que es el suyo, el que tiene a su alcance”.
El segundo tema y corte de difusión es “Fumar de día”. El videoclip de los 80 se reflota en las redes. Ahora son las plataformas como Youtube o Spotify las que lanzan los temas del momento. El video del tema fue dirigido por Luli Shapochnik, Gonzalo Alipaz y Marilina. La historia visual acompaña la letra. La misma Marilina baila el tema mientras va siguiendo la letra. No hay coreografía, el videoclip nos narra la historia.
“¿Ves o no ves lo que se ve? / Por última vez te firmo un papel”: la década de la firma, todo debe llevar un gancho para que sea real, para que la maquinaria se mueva tenemos que poner nuestro nombre en el registro de donar nuestra vida a que el mundo gire.
“Yo nunca intenté robarte el papel / Me encantaría que hables, que te resistas cada vez más alto”: el yo lírico nos mete adentro, tenemos que hablar que resistir a esto de estar aislados, cada uno en la suya, cada fuego prendido pero aislados como una llama pequeña en la tormenta. “Si solamente todo todavía es cada vez más amargo / Original como tu disfraz, cae sin rebotar”: impostores vivimos la vida tras disfraces, nadie es quien dice ser y cuando esa careta se cae, el golpe es mortal.
Marilina en el video revisa facturas para pagar, intenta comer algo de una heladera semivacía pero lo que encuentra es solo para tirar a la basura. No hay orden, solo caos, pero la ventana invita a fumar de día. Descolgarnos de la rutina, prender un fuego, el nuestro, y fumar de día, bien despiertos.