Todos somos la ballena

Por Marcos Sosa

La nueva película de Darren Aronofsky, «La ballena», palabras más, palabras menos, trata sobre el dolor, la autodestrucción, el rencor y las heridas, o al menos eso es en lo que concurren los autonombrados críticos de cine. Sin embargo, creo que esa apreciación se queda corta, pues no se puede hablar de ello sin comprender  las razones, es decir, no se puede hablar de autodestrucción, heridas, rencor y dolor sin saber de dónde vienen, y no en sus causas, sino en su explicación.

laballena

Explicar rencor, dolor, heridas y autodestrucción, por separado, es sencillo, pero explicarlos juntos no, ya que se debe encontrar algo que los unifique. Lo que une todo ello es la consciencia de lo profunda que es la vida.

La vida duele porque es profunda, porque hay más en ella que llenarnos de títulos, viajes y dinero. El dinero, los viajes y los títulos sólo son importantes en tanto la vida sea profunda, porque de lo contrario, el dinero sería papel, los viajes serían traslado y los títulos serían inventos. Pero el dinero es la abstracción del valor humano y su relación con el mundo, los viajes son descubrimiento de nuevos mundos, los títulos son el asimiento de un mundo real en lo abstracto de nuestro ser. Todo es profundo y por eso duele perderlo. La diferencia está en la consciencia.

darren

Quien no profundiza en la vida, engorda su cartera, su currículum, su álbum fotográfico y, al igual que Charlie, se va destruyendo en la búsqueda de obtener más y más, mientras se pierde a sí mismo por no profundizar en esas ideas. Quien profundiza, es como Charlie, la ballena, va a lo profundo y se destruye conscientemente y de vez en cuando sale por algo de aire a la superficie. Porque la vida es así, profunda y dolorosa, pero si la miramos con mucho más cuidado, puede ser profundamente bella.

No hay dolor, ni rencor, ni heridas, ni autodestrucción, sin profundidad. Esta película toca esos puntos y por eso es tan humana, porque todos andamos buscando ser arponeros mientras somos la ballena.

Convidame un Matecito
Anuncio publicitario