Por María Elena Izuel
La Gobernación de Mendoza aconsejó levantar una nueva fortificación en la región más frecuentada por los indios, que era la zona de comunicación entre San Rafael y Villa Mercedes, por lo que sugirió construir el Fuerte Nuevo en el Paso de los Algarrobos. Fue así que con la madera que se halló en la zona y herramientas prestadas en San Rafael, se levantó el Fuerte Nuevo el 29 de septiembre de 1863. También se lo conoció como Fuerte del Diamante y estaba situado veinte leguas al este de San Rafael, cerca del límite con San Luis, en la margen derecha del río.
Esta construcción sirvió para evitar una mayor incursión de indios hacia el sur de San Luis y Mendoza. Los soldados del fuerte de San Rafael hacían escala en él y recorrían los ríos Salado y Atuel en busca de rastros de los indígenas o cuatreros.
Se sabe que estuvo activo hasta 1881, después no hay más referencias. Con el tiempo el fuerte fue olvidado, hasta que Carlos Villegas y colaboradores del Museo de Historia Natural de General Alvear comenzaron su búsqueda, recorriendo durante más de veinte años la costa del río. Finalmente hallaron un gran médano, que les dio la pauta de que abajo podrían estar las ruinas. Así fue, hallaron las paredes, el foso que lo rodeaba, también botones, armas, tenedores, restos de vajilla.
En la línea de fortines también se encontraba el fortín El Plumerito, a pocos kilómetros de Canalejas.
En Las Juntas y El Nihuil se levantaron otros fortines, colocando guardias permanentes en cada uno, y con ellos se completó la línea de defensa. De estos fortines no han quedado rastros, ya que el material era muy precario, las inclemencias del tiempo y la acción de los indígenas los hizo desaparecer.
En 1876 el general Roca ordenó construir otro fuerte, pocas leguas al norte de Malargüe, al sur del río Atuel, casi en la confluencia con el río Salado, dándole el nombre de fuerte General San Martín, pero comúnmente llamado fortín El Alamito, al cual fue destinado el 7º de Caballería a poco de llegar a San Rafael.
De este solo se encontraron los cimientos enterrados, pero se ha levantado un monumento que perpetúa su memoria.
