Por Msc. Miriam Macías
Especialista en Terapias Naturales
Los seres vivos, para su mantenimiento en el ciclo de la vida, se comportan como sistemas energéticamente abiertos, de manera que toman energía del exterior. El ser humano,obtiene energía a través de los alimentos que consume. En este orden de ideas, la Medicina Tradicional China considera que el valor nutritivo de un alimento va más allá de su aporte calórico, proteico o vitamínico, ya que el sabor aportaría el elemento cualitativo, capaz de nutrir la estructura. Al respecto, en un texto clásico, el Nei Jing, se expresa que “Si se estima el cuidado de la salud y se quiere seguir la vía de sustentar el espíritu vital, se estará cauto, atento y cuidadoso a la armonización de los sabores”.
De acuerdo con lo expresado, la esencia que engendra el ser y da vida tiene su origen en los seis sabores de los alimentos. Cada sabor alimenta un determinado órgano de nuestra estructura energética: al Riñón le corresponde el sabor salado; al Hígado-Vesícula Biliar, el ácido- agrio; al Corazón, el amargo; al Bazo- Páncreas, el dulce; y al Pulmón, el picante.
El salado en pequeñas porciones tonifica al riñón y en dosis elevada lo daña. La sal va a la sangre. Si hay afección en la sangre no se debe consumir en exceso. Si se toma mucha sal, se altera el corazón y el bazo, aumenta la viscosidad de la sangre, dificultando la circulación. En afecciones del riñón se sugieren alimentos amargos.
El ácido va al hígado, a los tendones y músculos. El ácido es astringente, evacuante y purgativo. En afecciones del hígado se deben consumir alimentos dulces y evitar los ácidos.
El sabor amargo va al corazón; tiene la naturaleza de ser seco; facilita la defecación y el vómito. Mucho amargo seca y marchita la piel, además de debilitar el cabello. En afecciones del corazón se usa el picante.
El dulce es relajante, sudorífico y diurético, distribuye la energía. Va al Bazo-Páncreas y al Estómago. En exceso produce humedad. En afecciones del Bazo se dará salado.
El picante tiene función dispersante y sudorífica. Este sabor nutre al Pulmón. Si se consume en exceso, los canales de los tendones, músculos y nervios se marchitarán y destruirán, y puede suceder que la energía espiritual se relaje en su tono vital y disminuya o se pierda. En afecciones del Pulmón se utilizará el ácido.
Lo primero que se debe tomar en una comida es el dulce -puede ser el postre, una fruta o algo dulce-. El dulce debe ir al inicio, intermedio y al final, para que distribuya bien los demás sabores. El picante debe ser tomado preferiblemente con las sopas. En cuanto al ácido, se usa mucho el limón para condimentar las ensaladas y también en forma de zumo. Cuando se toma limón no es conveniente añadirle azúcar. El amargo debe tomarse en poca cantidad, por ejemplo, el café debe ir sin azúcar ni leche.
