Por Msc. Miriam Macías
Especialista en terapias naturales
La cebolla morada es una de las diferentes variedades de la cebolla Allium cepa, que pertenece a la familia de las Liliáceas. Esta hortaliza proveniente de Asia fue muy apreciada por los egipcios, griegos y romanos. El médico Hipócrates la prescribía como diurético, para curar heridas y tratar neumonías.
Está compuesta en un 89% de agua, fibra soluble, vitaminas A, B, C, E, minerales como potasio, calcio, fósforo, además de oligoelementos: cromo, azufre, bromo, cobalto, cobre, magnesio, silicio, zinc y los flavonoides, destacándose las antocianinas y la quercetina.
Es más rica en antioxidantes que la blanca y amarilla, ya que contiene aproximadamente 25 antocianinas diferentes, además de quercetina. Estos antioxidantes eliminan los radicales libres, retrasan el envejecimiento celular y reducen el daño oxidativo.
De hecho, la cebolla morada ayuda a prevenir enfermedades del corazón, ya que evita la agregación plaquetaria y la formación de trombos, además de disminuir los niveles de triglicéridos altos y de colesterol malo LDL. Diferentes estudios encontraron que la quercetina ayuda a reducir los niveles de hipertensión y favorece la circulación sanguínea.
Igualmente, tiene efecto diurético por ser rica en potasio y baja en sodio, por lo que es útil en casos de retención de líquidos, edemas, hipertensión y piernas pesadas. Ayuda a controlar la diabetes porque contiene glucoquinina, flavonoides y cromo, que estimulan el páncreas, ayudando a reducir los niveles de glucosa en la sangre.
Esta hortaliza también posee quercetina, que contribuye con la salud del sistema digestivo al prevenir la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, el estreñimiento, las digestiones pesadas y la flatulencia. A su vez, la quinina activa la segregación de los jugos gástricos que favorecen la flora intestinal.
La cebolla morada es anticancerígena, en su piel externa posee compuestos azufrados, quercetina y selenio, lo que produce un efecto antiinflamatorio que protege contra el cáncer de laringe, mama, ovarios, próstata, estómago, colon, recto. Es antiséptica y mucolítica, de gran utilidad en casos de asma, bronquitis, catarros, gripes, resfriados.
Mejora el estado de ánimo ya que contiene folato, que se encarga de reducir el exceso de homocisteína, sustancia que impide que algunos nutrientes lleguen al cerebro. Aunado a esto, produce un aumento de serotonina, dopamina y norepinefrina, hormonas que aumentan la sensación de bienestar. Reduce los síntomas de fatiga, ansiedad, depresión e insomnio.
