Los dueños de la tierra

Por María Elena Izuel

Los verdaderos dueños de estas tierras eran los indígenas, destacándose en San Rafael la familia de los Goico que, como dice Narciso Sosa Morales, “tan meritoria actuación tuvieron entre nosotros”. Desde 1780 Marcos Goico, “cacique de una importante y numerosa tribu, actuó al lado de los blancos. Corpulento, valiente, era de singular estatura y llegó a superar los 100 años. El nombre Goico simbolizó un vínculo sano en medio de la barbarie de tierra adentro”.

A la muerte de Marcos le sucedió su hijo Vicente y al morir éste, su hermano Juan. Ambos fueron figuras conocidas en la ciudad de Mendoza. Vicente fue ahijado del comandante José Félix Aldao y apoyándolo, en el combate de Las Aucas, encontró la muerte junto a los hombres de su tribu, en lucha contra las tropas pincheirinas. Su hermano Juan le sucedió y siguió junto al comandante Aldao en la Campaña del Desierto en 1833.

Sus hijos, nietos y sobrinos continuaron viviendo en la zona y fueron los últimos propietarios aborígenes de las Salinas del Diamante, que vendieron al cura Marco. Los últimos descendientes vivieron en la Villa 25 de Mayo.

Una estación del ferrocarril San Martín recuerda su nombre en el departamento de General Alvear.

Según Narciso Sosa Morales, “uno de lo primeros compradores de tierra en esta región fue el General José Albino Gutiérrez”, quien en 1818 compró por $ 720 el campo Los Tolditos (actual 25 de Mayo).De a poco fueron vendiendo sus tierras según figura en actas de escribanos de Mendoza, a nombre de M. Guillies, Nieto Guiñazú, M. y J.Aldecua, Manuel López, Bartolomé Báez y J. C. Godoy.

En 1821, siendo gobernador de Mendoza, don Tomás Godoy Cruz donó tierras a don Genaro de Segura “por servicios a la Patria”, en el lugar donde hoy está la ciudad de San Rafael y éste a su vez las donó a Isidro Araujo y Santiago Rodríguez “por servicios que le han prestado”. En las tierras de Rodríguez se formaron los distritos de Las Paredes, Ballofet y Ciudad y en las de Araujo los Cuadros: Salas, Nacional y Bombal y Pueblo Diamante.

Señala Paul Denis que “en 1823, el gobierno, en un intento de fijar definitivamente las colonias, realizó el primer reparto de lotes a varios vecinos ya instalados en la vecindad del fuerte. Se limitó a unos pocos lotes (50 x 50 varas) dentro de un trazado hecho frente al fortín”.

Los nombres de los primeros vecinos se pueden consultar en el Archivo Histórico de Mendoza, donde existe un documento con la lista completa.

Como aclara Raúl Marcó del Pont “de estos apellidos […] pocos se han perpetuado y resultaría dudoso establecer la relación de parentesco que pudiera existir entre esos primeros vecinos y quienes en la actualidad llevan idéntico apellido”.

cacique goico 2

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