Carolina Elwart
Leandro Ubilla
José Luis Morales
Apareció luego de largo tiempo que la banda no sacara un disco de estudio nuevo. Llega una incorporación joven y rutilante para reconfigurar el trío de rock poderoso. Desde muy pequeño el baterista conoce e interpreta la discografía completa de la banda.
El corte “Amapola del 66” le da el nombre al disco, nos transporta claramente a esa época. El sonido puro de los instrumentos nos recuerda a Led Zeppelin y su distorsión. Ese sonido que después tendrán las bandas en Argentina durante los 70: Vox Dei, uno de los homenajeados en varios recitales por Divididos.
La letra llena de metáforas que nos traen naturaleza y el recuerdo de las tierras del Norte argentino, que Divididos ha tomado como patria natural y cultural.
«Siembra poesías de sueños de ayer que trasciende al ser»: esas letras del rock en sus primeras versiones nos recuerdan conceptos filosóficos acerca del Ser y la Nada y la trasmutación de la naturaleza que no alcanzamos a ver en nuestra corta vida. Una canción que es un viaje de poesía y sonidos que nos lleva al pasado pero no nos deja ahí. No es una reedición, es la redención.
«Amapola del sesenta y seis, ¿en qué cuerpo estás hoy? Un alma viaja al sol», suena en una versión en vivo de un tema del Flaco Spinetta que traduce esta frase: ese espíritu de los 60 sigue estando en otros cuerpos o se siente en el aire.
Divididos en este disco y, sobre todo, en esta canción, incorpora imágenes acústicas y los instrumentos nos transportan a otra época. Se despoja de lo ornamenta. Divididos vuelve al origen con bríos renovados.
«Todo está vivo, a pesar del dolor»: existir es parte de atravesar situaciones dolorosas, o estamos vivos porque aún nos duele. Un verso hermoso para guardar en la mente y paladearla, dejarse llevar por la poesía y el rock en su máxima expresión.
