Por María Elena Izuel
En 1835, ante el peligro que significaban los ataques de indios desde el Sur, ya que toda la zona se hallaba despoblada, el comandante Juan Antonio Rodríguez se ofreció a salirles al encuentro y mantenerse en ella. En mérito a su actuación, el general Aldao lo designó comandante del fuerte de San Rafael, adonde Rodríguez se dirigió acompañado solo de 12 soldados y algunos indígenas amigos.
Este controvertido personaje de origen chileno, valiente y abnegado o cruel y sanguinario, según quien escriba sobre él, ha sido reivindicado a través de la obra de Narciso Sosa Morales titulada El comandante Rodríguez, donde relata su vida y obra.
Señala Narciso Sosa Morales en La Villa Vieja, el fuerte de San Rafael “desde su fundación hasta hacerse cargo Rodríguez, había permanecido en el más completo abandono, los pocos que se animaron a probar fortuna en estas regiones vieron constantemente sacrificados sus esfuerzos por el asedio sin tregua de los indios, debiendo la mayoría abandonar estos lugares; por otra parte, la guarnición muchas veces fue muy reducida por destinársele en las luchas civiles y más de una vez cuando languidecía el fuerte, sus pocos moradores y las tribus de indios amigas de las inmediaciones trasladábanse a Mendoza solicitando garantías para sus vidas y mejor atención de las autoridades centrales a esta fundación tan necesaria no sólo para el progreso regional, sino como vanguardia de los pueblos del norte.
Rodríguez, hombre de carácter duro forjado en más de cien combates con los indios, de fuerte constitución física de ojos claros y bigote rojizo, ánimo resuelto, decidido y tenaz en sus empresas, implacable con sus enemigos, conocedor profundo de las debilidades e idiosincracia de sus subalternos, audaz y autoritario”.
En los 12 años que comandó el fuerte tuvo una actuación meritoria, fue época de paz y la colonización pudo llevarse a cabo. En 1847 ordenó la realización de un censo que nos da una clara idea de cómo era el San Rafael de aquel entonces.
“En la villa hay edificadas 128 casas con sus correspondientes sitios todos tapiados de adobón, 30 potreros grandes de alfalfa, 3 arboledas, la Iglesia de 20 varas de largo por 6 de ancho y 6 de alto con dos ornamentos nuevos costeados por el Cmte. Rodríguez y en ella está colocada la Santísima Virgen del Carmen con todos los útiles necesarios para su veneración”.
A esto sigue la lista de los vecinos: el nombre del jefe de familia y el número de integrantes. Los apellidos son todos de origen hispánico.
Estos fueron los resultados del censo:
En San Rafael
Población civil | 694 personas |
Población militar | 180 personas |
Indios de tropa | 86 personas |
Indios cristianados | 46 personas |
Indias chicas y grandes | 178 personas |
Total | 1.184 personas |
En la Villa del Milagro
Población civil | 120 personas |
Indios | 96 personas |
Total | 216 personas |
Total general en el Sur 1.400 personas