«ElLorenzoPa», un videoclip y la pequeña fama

Por Bautista Franco

 

Lorenzo González Raso la está pegando con el reguetón. Días atrás sacó un videoclip y sus redes estallaron. La pequeña fama. Tiene fans cerca, al filo de la pantalla. «Son como amigos», dice, porque “no hay filtro”. Es él, todo el tiempo es él. 

«Callejón pa’ la playa» pertenece al disco “Transgénero”, el primer que sacó como ElLorenzoPa, hace tres años…

–Tres años es mucho, yo no sabía cómo meter algo tan viejo ahora, pero bueno, un aniversario y una despedida de eso… una despedida –dice, como quien recuerda algo muy lejano. 

Arrancó en 2011, aún pequeño. Era rockero, de los que les gusta jugar con sintetizadores.

–Me acuerdo del momento definitivo en el que me decidí por la música. Fue en la Copa América del 2011. Yo jugaba al fútbol y era una gran pasión. Iba a clases de guitarra, pero un día me dio angina. Fui al médico, me curó mal y se me fue a los riñones. Me dejó internado eso. Tenía 14 años. Después: un año sin hacer deporte, sin comer sal, sin agitarse. Ahí me definió, porque tuve tiempo para encontrar la música, ahí la terminé de encontrar. Me decidí.

La voz de Lorenzo González es cálida, es limpia, él no habla de cómo canta, ni de cómo entona, está preocupado por lo que dice, por cómo lo dice. 

–Cuando apareció Tan Biónica dije “¡wow, no puedo creer lo que están haciendo estos chabones!», pero yo era muy social, toda mi letra era muy social. No eran internas, eran externas. Yo hablaba de lo que pasaba. No habla nada de mí. Tenía una banda en ese entonces, Dale en la Nuca, que desapareció, era muy buena. Lo último lindo que tuvimos fue una canción llamada “Religión”, muy crítica. Yo ahora soy mucho más medido con las palabras, mucho más contextualizado. Entiendo las cosas. Antes era mucho más chocante, un adolescente.

Al tiempo cayó en la cuenta de que estaba componiendo letras, música que no conectaba el sentir de la banda, y comienza su proyecto más personal. Recuerda que en 2019 vio la serie de Nicky Jam y se dijo: “Es reguetón, estoy haciendo reguetón y no lo sé […] era el momento de hacer todo menos rock”. 

–Haber crecido fue muy bueno, los pensamientos internos, uno piensa que nadie va a pensar exactamente lo mismo que vos. Pero al final es lo que más se comparte. Uno piensa “nadie va a sentir lo mismo que vos», pero cuando lo cuenta, se da cuenta de que la mayoría de las personas dice “a mí me pasa lo mismo”. ¡Si somos todos el mismo bicho! 

 

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En el proyecto de ElLorenzoPa son cuatro. Él, que canta, Renzo en la guitarra, Mafia en segunda voz y Franco en batería. Lorenzo dice que es mejor, que si no es todo sufrimiento, que esa forma de trabajo es mejor, que es un camino.

Hace frío en Mendoza. Lorenzo posa para la foto de portada y sonríe con timidez.

–Hago reguetón filtrado a mi forma de ver, a mi forma de interpretarlo. Hacía los temas y sentía que iban con ese ritmo por el fraseo, para componer. Entonces dije «bueno, esto va a ser reguetón». Son pocas las veces que he dicho “voy a componer un reguetón” y a veces me sale más una onda cliché del reguetón, pero no me parece mal, es como divertido […] Lo que siento es que nosotros como argentinos no entendemos el reguetón. Yo al principio era mucho más hablador, como si supiera, pero después me puse mucho más respetuoso.  

Y sigue hablando…

–Yo lo que siento no es una decisión, tampoco una bendición. Es inevitable. Siento que es. La pasión es como algo que te atraviesa y te dice «hacé esto». Como si fuera una droga dura, y es inevitable. En este ámbito, las mayores tristezas son de la música y las mayores alegrías son de la música. Y a veces me siento un bendecido por hacer música. Y a veces me siento un maldecido, un condenado a hacer música. 

Lorenzo no cree que haya un «progreso» en el reguetón. Dice que es para dejar conformes a algunos, que hablar de progreso en el reguetón es como cuando los españoles llegaron a América y dijeron «progreso ahora, que llegamos nosotros».

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