La yerba mate: un mundo de fantasías

Por Msc. Miriam Macías
Especialista en terapias naturales

La hoja de yerba mate proviene del Ilex paraguariensis, árbol de la familia de las Aquifoliáceas. Esta planta es originaria de las cuencas de los ríos Paraná, Paraguay y el curso superior del río Uruguay. Según López, J. (1987), “el mate es una infusión hecha con hojas y ramitas de yerba mate, secas y molidas, que tiene un sabor amargo debido a los taninos que contiene”.  Por esto, hay quienes gustan de endulzar un poco el mate con azúcar, miel, stevia o endulzante no calórico.

La forma de preparación de la infusión de yerba mate fue transmitida por los aborígenes guaraníes, que la llamaban Ka´a, a los españoles, que la nombraron Yerba Mate y así quedó como parte del acervo cultural principalmente en Paraguay, Uruguay, Argentina, parte de Chile, sur de Brasil y Bolivia.  A su vez, es consumido en Siria y Líbano, países adonde fue llevado por gente que emigró a Argentina y luego retornó.

La yerba mate representa un mundo de fantasías desde su preparación hasta la vajilla especial en que se sirve: el recipiente principal (llamado, según la zona, mate, porongo, cuia o guampa), la bombilla (una especie de pajilla de metal o madera con filtro), la pava o tetera,  la yerbera y la azucarera para el mate dulce.

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La yerba mate es un potente antioxidante, fuente de vitaminas y minerales. De hecho, el mate cebado caliente (forma de consumo más popular) contiene un 90% de antioxidantes más que el té verde. Este poder antioxidante se debe a su alta concentración de polifenoles, que mejoran las defensas naturales del organismo y protegen del daño celular. Además, el mate contiene vitaminas del grupo B, tales como B1 (tiamina), B2 (Riboflavina), B3 (Niacina),  B5 (Ácido Pantoténico), vitamina C y vitamina E,  que  son esenciales para las funciones corporales como la producción de energía y de las células rojas de la sangre. Asimismo, la yerba mate contiene minerales como hierro, potasio, magnesio, sodio. El potasio es esencial y necesario para el correcto funcionamiento del corazón; el magnesio ayuda al cuerpo a incorporar proteínas.

La yerba mate tiene efecto energizante porque contiene xantinas (cafeína, teobromina, teofilina), compuestos bioactivos que estimulan el sistema nervioso central y promueven la actividad mental, por lo tanto aumenta los niveles de energía y la concentración.

Según los resultados de  un estudio científico realizado por un equipo de  investigadores de la Universidad Juan Agustín Maza, de Mendoza,  el consumo de  la yerba mate ayuda a reducir el colesterol malo (DHL) y los triglicéridos.

Tantas cualidades juntas en una sola yerba hacen que el mate sea la bebida preferida  por todos en el desayuno, en las meriendas, en la casa, en la oficina, en el trabajo.

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