Por Msc. Miriam Macías
Especialista en Terapias Naturales
Wilhelm Reich fue un famoso psicoanalítico que nació el 24 de marzo de 1897 en Dobrzynica, provincia del ex imperio austro-húngaro. Su familia se identificaba más con la cultura alemana que con la judía. Tanto fue así que en su niñez se le prohibió aprender a hablar el yiddish. En 1918 ingresa a la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena. Vivió en esta ciudad hasta 1930, durante el apogeo de dos movimientos: el marxismo y el psicoanálisis, en los que participó. Interesado por la sexología, en 1919 conoce a Freud y en enero de 1920 es nombrado miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Viena. En 1922 termina sus estudios de Medicina y los de Psiquiatría en 1924.
Reich ejerció como psicoanalista didáctico en el Instituto Psicoanalítico de Viena y ocupó el cargo de director de la primera Policlínica de Psicoanálisis. Como resultado de la experiencia obtenida en su desempeño profesional, consideró los síntomas neuróticos, así como los rasgos del carácter, como canales sin salida de la energía sexual que se encontraba taponeada. Sostenía que la terapia se debía dirigir a destruir los taponamientos de la sexualidad. Una vez que la energía sexual podía fluir libremente por sus canales sexuales, es decir, a través del orgasmo genital, el paciente se liberaría de los síntomas perturbadores y de sus rasgos del carácter inhibitorio, pudiendo adquirir plenamente su potencialidad. En consecuencia, Reich consideraba el orgasmo sexual, plenamente realizado y gozado, como imprescindible para la salud mental individual y sostenía que era válido tanto para los hombres como para las mujeres. Estas ideas fueron plasmadas en su obra “La función del orgasmo”, en 1926.
En 1930, Reich redimensiona la técnica terapéutica, ya que comienza a estudiar las relaciones entre la tensión muscular, la actitud, la expresión corporal y el carácter. Se muestra fértil en interpretaciones psicológicas en las estructuras de la respiración, del movimiento y de la postura. Realiza el análisis de lo que denominaban “la armadura muscular”, de las tensiones musculares crónicas y de las expresiones fijas del rostro y del cuerpo, a partir de una lectura corporal y de la expresión. De hecho, en 1934, tras la publicación de su libro “Análisis del carácter”, lo despiden de la Asociación Internacional de Psicoanálisis. También su relación con Freud se fracturó. Luego tuvo que salir de Berlín porque estaba en la lista negra de Hitler. Sus libros fueron prohibidos a los militantes comunistas y meses después quemados.
Entre 1936 y 1939 se fue a vivir a Noruega, donde estructuró la Vegetoterapia, metodología terapéutica dirigida a recuperar la “potencia orgásmica”, es decir, la capacidad de placer y abandono en el orgasmo. En 1939 se trasladó a Estados Unidos, donde comenzó a enseñar en la New School for Social Research. Allí fundó “Orgonón”, comunidad de científicos donde se trabajaba en la formación de orgonterapeutas. Cerca de la frontera canadiense compró un terreno y construyó un laboratorio, donde pone en funcionamiento su invento “condensador de orgones”, que asegura curar a los enfermos sexuales, específicamente a los impotentes. El Orgone Energy Accumulator era una cabina de hierro y madera, donde los orgones atmosféricos reflejados en las paredes de acero se condensaban en la madera y penetraban luego en el cuerpo del paciente, instalado en el centro del aparato. Estos aparatos se comercializaron con éxito hasta 1954. A partir de esta fecha, la prensa estadounidense se hizo eco de una campaña de desprestigio contra su obra. Con la intervención de la Food and Drug Administration, Reich y sus colaboradores fueron investigados. Tras ser condenado, en la cárcel de Danbury desarrolló el convencimiento de haber sido objeto de un complot internacional. Allí recibió el diagnostico de paranoide. Luego fue trasladado a Lewinsburg, donde los médicos, conscientes de la importancia de Reich, le arrebataron legalmente su título de psiquiatra y lo declararon incapacitado para ejercer la comprensión y la voluntad. De esta manera, se crearon una serie de situaciones cada vez más conflictivas que culminaron con la incineración de toda su obra, una gran multa a su instituto y su encarcelamiento. Reich murió en la cárcel de Lewinsburg Pensilvania, mientras cumplía condena de dos años, el 3 de noviembre de 1957.
