Cuidados para prevenir la caída del cabello en la mujer

Por Msc. Miriam Macías
Especialista en Terapias Naturales

El poeta Hafiz evoca: “Tus cabellos contienen mis sueños más bellos, las caricias más inexplicables, los perfumes más tentadores”, y Baudelaire en «La Cabellera» imagina a través de los cabellos suaves, cambiantes y perfumados de su amiga, lejanos países de ensueño, paisajes tropicales encantados. Estos ejemplos demuestran hasta qué punto la fantasía puede sobreponerse a la realidad a través de los cabellos femeninos y cuán intenso es el poder de atracción que estos poseen.

La mujer está mucho menos sujeta que el hombre a la caída del cabello. En general, son varias las causas que inciden en la pérdida anormal de cabellos. Entre ellas tenemos: los antecedentes familiares o herencia, los cambios hormonales, las enfermedades como lupus, sífilis, desórdenes tiroideos (hipotiroidismo e hipertiroidismo),  deficiencia de vitaminas, uso de medicamentos, tratamientos con radioterapia, el estrés, el uso de tintes y decolorantes, los lavados continuos con productos alcalinos, el uso excesivo de planchas y secadores, y por supuesto, la carencia de una alimentación balanceada y nutritiva.

Una alimentación variada y rica en vitaminas, minerales y proteínas es sin duda uno de los secretos de una hermosa cabellera. De hecho, los vegetales verdes como lechuga, acelgas, espinacas, berro y brócoli son ricos en vitaminas A y C, por lo que son beneficiosos para nutrir y fortalecer el cabello. Luego están las legumbres, que aportan proteínas, hierro, zinc y biotina, y se encuentra en las lentejas, frijoles y garbanzos. Las zanahorias son ricas en vitaminas C, E, potasio y betacaroteno (potente antioxidante que neutraliza los radicales libres). Los frutos cítricos como el limón, la naranja y la toronja son ricos en vitamina C y ayudan a mantener el cabello saludable, gracias a que contribuyen a la producción de colágeno. Los ácidos grasos Omega-3 mantienen el cabello sedoso y con brillo, alimentan el folículo piloso y estimulan su crecimiento. Se pueden obtener al consumir pescados como el salmón, el atún y la sardina. Otros alimentos que contienen nutrientes que evitan la pérdida del cabello son: el yogurt natural, los huevos, los cereales integrales y los frutos secos como el maní, nueces y almendras.

El agua, aunque no es un alimento en sí, tiene la función de hidratar el organismo y en especial al cabello. Su consumo adecuado evita una melena áspera, opaca y sin brillo.

El masaje activa la circulación periférica y, en consecuencia, está indicado para la nutrición fisiológica del bulbo capilar. Se aconsejan masajes dos veces al día, de una manera delicada, circular o elíptica, con las yemas de los dedos. Luego del masaje se dan golpecitos seguidos por el cuero cabelludo, provocando una agradable sensación de calor.

Otra técnica de automasaje se realiza con los dedos bien extendidos, desde ambos lados de la nuca, subiendo por la parte superior lateral del cráneo, hasta efectuar el masaje total de toda la cabeza durante cinco minutos. Se hace por lo menos dos veces al día. Lo más importante en este masaje es que hay que mover el cuero cabelludo sobre la superficie ósea craneana.

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