«Frances Ha» o cómo hacer una buena película sobre una mujer

Por Gloria Kreiman

 

Tuvo muy buenas críticas la película «Historia de un matrimonio». De hecho, hablé (bien) de ella en una publicación anterior, y quería entonces invitar a ver otra película del mismo director, Noah Baumbach. Todos sus trabajos me parecen muy interesantes, profundos y con tonos y matices muy propios, pero «Frances Ha», película de 2013, es creouna de las mejores.

«Frances Ha» co-escrita con Greta Gerwig, que también la protagoniza cuenta en blanco y negro una parte de la vida de una chica de 27 años que quiere vivir de la danza contemporánea en Nueva York; narrada con referencias, homenajes y parecidos a lo indie, a Woody Allen, a la nouvelle vague; y con diálogos, escenas, recursos, ritmo y actuaciones muy singulares.

Pero lo que más me gusta de esta película es que es la historia de una chica, de una mujer, que a diferencia de lo que solemos ver no está centrada en sus vínculos sexo-afectivos con hombres. De hecho, para mí, embellece o enaltece la vida sin pareja y los vínculos de amistad por sobre eso. De algún modo, el amor romántico de «Frances Ha» pasa por esos vínculos y sus deseos más primordiales tienen que ver con otras cosas, no con los hombres. Eso me parece un abordaje verdaderamente feminista e incluso transformador.

 

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