Por Luciana Molina
Ilustración: Nehuén Álvarez
Todas las noches, teje delicias con piolines que encontró tirados en la basura. Juega con Maco hasta que logran engañar el hambre o viene el sueño como relámpago.
Una vez que logra su cometido, acaricia la cabeza hecha nido de barro, desteje el manjar y arma de nuevo el ovillo, que la noche siguiente será empanada o una porción de pizza. Suspira y pierde la mirada en la pared de nylon. Espera que lleguen tiempos mejores.
SOBRE LA AUTORA
Luciana Molina nació en Buenos Aires en 1980 y vive en Mendoza. Es Licenciada en Psicología y Psicóloga Social. Participa del taller literario “Con premeditación y contundencia”, dictado por Leonardo Dolengiewich, desde el año 2020.