Por Romina Andrea Barboza
Ilustración: Nehuén Álvarez
Cuando quiere es una muy buena compañera: atenta, prolija, serena y creativa, incluso generosa con los tiempos y las palabras que me dedica.
Pero en sus malos días no la aguanto, se vuelve insoportable: terca en sus obsesiones y vueltera en las decisiones. Duele, de tanto romperme la paciencia.
Lástima que no me la puedo sacar de encima.
SOBRE LA AUTORA
Nací en Tucumán hace 33 años y crecí jugando al fútbol, mirando películas y leyendo cuentos y novelas. Hace muy poco descubrí las minificciones y la curiosidad inicial se transformó en fascinación, pero es más reciente aún el placer que sentí al empezar a escribirlas. Sigo amando al cine y jugando, ahora menos al fútbol y más con las palabras.