Por Gabriela Araujo
Ilustración: Nehuén Álvarez
A LILIANA BODOC
Anoche tuve un sueño. Desperté y entre las sombras vi que el sueño intentaba escaparse. Lo tomé de un extremo, de la última punta. Era muy fuerte. Su envión me arrastró al mundo onírico.
Caminé por un valle de letras de colores. Visité paisajes dibujados, como en las historietas, y pisé la tierra húmeda donde nacen las emociones y la magia.
El aroma a canela me atrajo y me llevó hasta el espejo donde viven las Palabras Sabias. Estaban tejiendo historias y cocinando pócimas para encontrar sentido.
Me he quedado con ellas. Mientras revuelvo la olla y absorbo sus vapores exquisitos, intuyo que no volveré a despertar.
SOBRE LA AUTORA
Gabriela Araujo nació en Mendoza. Es docente y ama la docencia, considera que ver el mundo con ojos adolescentes siempre sostiene la esperanza y es el mejor antídoto contra la vejez.
Publicó el cuento La Máquina del Tiempo en la antología Peque ficciones corp. por J.M. Ortiz Soto y C. Morales.
Participa en el taller literario “Con premeditación y contundencia” coordinado por Leo Dolengiewich.