Por Mayrin Moreno Macías
Ella se enamoró de Valle Grande y se quedó. Fue la razón de su estadía prolongada en San Rafael hace 14 años. Por mucho tiempo, Roxana Courcoumelis impartió clases de zumba y entrenamiento funcional, pero cuando inició la pandemia, se quedó sin empleo.
―No sabía qué hacer… los primeros 15 días estuve de relax pensando que esto iba a pasar y cuando vi que no era así, tuve que pensar lo que haría.
Una tarde de aburrimiento agarró aguja e hilo. Tenía una tela y tiras de unos chalecos salvavidas que había hecho meses atrás. Quería fabricar una bolsa corebag. Tardó una semana y estaba feliz con su bolsita de ejercicios. “¿Si la publico y hago para vender? Quizás alguien quiera una…”, pensó Roxana.
―Tardé 15 días en decidirme, ya que le veía detalles de costuras que sabía que podía mejorar. Luego la publiqué, tenía que confiar en mí. A los días empezaron las consultas por Facebook y para el 7 de mayo de 2020 tenía que tener mi primer pedido listo, una bolsa de boxeo que no tenía idea de cómo hacerla, así que investigué. ¡Cosiendo a mano sentada afuera del patio de mi casa la terminé! Cuando la estaba haciendo, una amiga me preguntó dónde podía comprar tobilleras. Le pasé los datos de lugares y le dije que se las podía hacer. Gracias a eso y terminadas esas cosas, me sirvieron para publicidad. Empezaron a salir pedidos y pedidos y mis dedos todos pinchados no daban abasto. Me puse a sacar cuentas y compré una máquina antigua a pedal de 80 años… ¡Una maravilla!
Para Roxana todo suma. Aunque no tiene grandes ganancias, su confianza la empujó a hacer algo que jamás creyó que podía materializar. “No digo que sea fácil para todos, pero considero que, si te lo propones, tiene que funcionar”, dice.
La gente empezó a consultarle por otros elementos deportivos y los sumó a la lista. Aprendió a no decir que no sin antes ver la posibilidad de hacerlo. Hoy vende bolsas de boxeo, peritas de boxeo, tobilleras, colchonetas, bandas elásticas, chalecos de peso y corebags, todos de muy buena calidad.
Más tarde, un amigo profe de su natal Roque Pérez, provincia de Buenos Aires, empezó a hacerle pedidos y también su hermano. “Hasta el día de hoy sigo haciendo pedidos y mandando a distintos lugares. Tuve que decirle a una amiga que viniera a trabajar conmigo. ¡Ya en verano bajó la venta, pero siempre salen algunos pedidos!”.


Al aire libre: con cuidados
Roxana en temporada de verano alquila kayaks. Los fue comprando de a uno por año. Tenía cinco y se los robaron. Eso no le impidió seguir adelante. Empezó de cero con uno solo. Pidió un préstamo y hoy los tiene de nuevo. También organiza salidas guiadas a remar en Valle Grande. Lleva a los visitantes a conocer distintas partes del embalse y además, durante el año, realiza salidas de trekking a la montaña. Estos paseos iniciaron hace siete años porque hablaba con la gente y no conocían esos lugares.
―En esta época de pandemia es complicado, porque muchos consideran que no deberíamos salir. Pero cuidándose, la actividad al aire libre hace muy bien a la salud física y mental. Te saca de los problemas por un día o un rato, te renueva, te reinicia, te sana, te oxigena. La naturaleza nos da paz, alegría, emociones y satisfacción. A mí me apasiona recorrer los lugares increíbles que tiene San Rafael. Aún sigo sorprendiéndome de tanta belleza. Mi felicidad es poder hacer que otros conozcan, que se animen, que salgan a respirar aire puro, que sin querer están haciendo ejercicio, disfrutando de bellos paisajes, y siempre con muy buena energía, que se contagia en cada salida, hacemos amistades y nos divertimos en un ambiente sano.





