Por Msc. Miriam Macías
Especialista en terapias naturales
La cuencoterapia es una técnica sanadora vibracional que data desde hace 4000 años. Fue utilizada por los lamas y magos del Tíbet en ritos ceremoniales, viajes ancestrales, el despertar de la conciencia y en la sanación de desequilibrios a nivel físico, psíquico, emocional y espiritual.
Consiste en un masaje sonoro, que se realiza con cuencos tibetanos, denominados “cantores”, con el fin de relajar y tratar dolores del cuerpo y la mente. Los cuencos están elaborados a partir de una aleación de siete metales, cada uno simboliza un planeta: plata (Luna), oro (Sol), mercurio (Mercurio), cobre (Venus), hierro (Marte) estaño (Júpiter), y plomo (Saturno).
Esta terapia se basa en el principio de la resonancia, por el cual una vibración más intensa y armónica, contagia a otra más débil o no armónica. Es decir, que una vibración tiene la capacidad de llegar más allá, a través de las ondas vibratorias y provocar una vibración similar en otro cuerpo. Los cuencos al ser golpeados o frotados con una baqueta, producen un sonido cargado de armónicos sanadores.
Durante la terapia el paciente debe permanecer acostado, con los ojos cerrados, concentrado en los sonidos que producen los cuencos, los cuales pueden llegar a ser muy potentes y capaces de alterar el organismo de manera armónica. También, el paciente puede frotar el cuenco con una baqueta para producir sonidos armónicos, propios de la naturaleza. Asimismo, el cuenco puede ser colocado en las piernas del paciente, para que las vibraciones recorran la columna vertebral y se expandan por todo el cuerpo, hasta llegar al sistema nervioso y a los órganos.
Científicos estadounidenses aseguran que esta vibración, estimula las neuronas a realizar sus conexiones, lo cual influye en la capacidad cerebral y en el desarrollo de la conciencia, haciendo posible la sanación espontánea o autosanación.
La cuencoterapia es un medio maravilloso para equilibrar los chackras y cambiar la conciencia desde un estado alterado de ansiedad y estrés hacia un estado de paz, relajación y serenidad, elevando la frecuencia vibratoria e induciendo la sanación espontánea.
El poder armonizador de la cuencoterapia produce un reordenamiento de las energías que favorece el desbloqueo energético y emocional. De esta manera, mejora el sistema inmunitario, la depresión, la ansiedad, la tristeza, el estrés. Además, es eficaz en el tratamiento de hiperactividad, insomnio, falta de concentración y dificultades de aprendizaje.
La cuencoterapia, contribuye a formar un individuo creativo, productivo, feliz, sereno, equilibrado y en paz consigo mismo.