Por Mayrin Moreno Macías
Inmune Beats atesora sonidos. Posee más de 50 mil. La esencia está en sentarse y explorarlos. Él cierra las ventanas, le sube el volumen a los parlantes y activa los monitores. Sus vecinos ya saben lo que hace y no lo molestan. Ignoran que este sanrafaelino pertenece a las filas del sello discográfico internacional Vinyl Digital y desde hace 28 días miles de personas en EEUU, Reino Unido, Alemania, Canadá y Singapur disfrutan de su música en Spotify.
“Me siento orgulloso. Fuera de los números, me motiva a dar lo mejor de mí a toda esa audiencia, sin forzarlo”, dice.
Él ha dejado atrás un par de cosas. El ego, su nombre de nacimiento, Javier Yúdica, y la faceta de DJ. Hoy es productor. Un beatmaker que no para de experimentar. Su columna vertebral se sostiene en un género que invita a volar de lo terrenal, que resguarda la nostalgia, lo retro, el sonido del cassette, el crujido del vinilo, el hip hop vieja escuela: LO-FI.
“En 2015 me fui a Chile. Pegué onda con unos skaters y gente de la movida del hip hop. Me llevaron a un estudio y a cambio de estadía les hacía las pistas y ellos grababan. Me quedé como un año. Luego regresé en 2017. Me puse a investigar más, saqué muy buen sonido. Todo autodidacta. Estudié frecuencias. Ahora escucho lo que hacía antes y me siento en 4K. Nunca se termina de aprender. Siempre del lado del hip hop y el boom bap”, dice.
Adondequiera que va lleva música. Su universo sonoro está influenciado por artistas como J Dilla, Dr Dre, Havoc, 9th Wonder, Dj Premier, Cookin Soul, Made in M, Juan Ríos, Wun Two, Mujo y también Miles Davis, Stevie Wonder, The Doors, New Order, entre otros.
Recuerda que siendo chico era pura maldad. Con tan solo 4 años tomaba prestados los cassettes de su mamá, quien para ese momento era fanática de Enrique Iglesias. Además, un tío le había enseñado dónde estaba el botón REC. “Teníamos un equipito con HiFi. Yo agarraba un cassette blanco y otro TDK y me ponía a grabar de la radio. Cuando mi mamá iba a escucharlos, se encontraba con cualquier cosa. Luego a los 5-6 empecé a bailar break dance. Veía películas y en una de ellas descubrí que Dr Dre era parte del soundtrack. Para ese tiempo no teníamos internet, así que me uní a un grupo de bboys para escuchar la música. Bailé un montón. En la escuela me decían: ‘¡Este es el que baila hip hop!’. También organizábamos eventos en el skate park de San Rafael y era encargado de tirar los beats en las batallas, después participé en el Mendoflow”.
En 2018 se hizo llamar Inmune Beats, por considerarse inmune a «esos géneros urbanos que están sobrevalorados: con mucho autotune… no tengo nada en contra porque es parte de la evolución musical, pero quiero mantener ese culto por el boom bap», dice.
La semana pasada se fue al parque con su teclado. Se puso los auriculares y desde las 6 hasta las 10 de la noche hizo como 3 beats.
―¿La música te abrió puertas?
―Actualmente estoy en un sello discográfico de Alemania, Vinyl Digital. Tiene más de 50 mil oyentes semanales. Eso fue gracias a Instagram, porque además de hacer beats, también edito videos. Me gusta agarrar imágenes retro y ponerles mi música. Va de la mano con el género Lo-Fi. Envié un video desde mi cuenta @inmunebeats y les encantó. Me preguntaron si tenía alguna experiencia con contrato y me sumaron. Hace un año y medio que estoy con ellos. También he grabado con artistas como el saxofonista Summit One y Loocid. Estoy en distintas plataformas: Spotify, Apple Music, Amazon Music, Bandcamp, Deezer, Google Play Music, Napster, TIDAL, Beatport y este 27 de abril saco un álbum de 10 temas: Analogyc. El 30 de marzo y luego el 15 de abril salen dos singles y luego el álbum completo: tiene una historia, sonidos de puertas…