Texto y fotos: Mayrin Moreno Macías
La cruzada de Nuri Ribotta para encarcelar a los asesinos de su hija, Paula Toledo, ha sido incansable. Han pasado 17 años y recuerda el hecho como si hubiese ocurrido ayer. Ella se pregunta entre suspiros y lágrimas: “¿Dónde está la justicia?, ¿dónde está la ley?”. Su súplica es la súplica de todos. Su llanto también. Por eso es importante que se hable de esto. La sociedad debe escuchar una y otra vez, porque hasta el sol de hoy lo que se ha impuesto es la impunidad.
Este viernes 30 de octubre, en el diálogo que sostuvo la concejal Andrea Mattacota con Nuri por videollamada, estuvieron presentes los abogados Arturo Juri, Guillermo Rubio y Celeste Marchetti; la profesora de Literatura Julieta Rabino y sus estudiantes; Nicolás Rodríguez y más de 40 personas que le hicieron saber a la mamá de “Poli” que no está sola.
El Dr. Juri mencionó que han tenido dos debates orales y han interpuesto 10 o más recursos en la Corte de Mendoza y en la de Nación. “Nuri ha recorrido todos los caminos que tiene la Justicia en Argentina, muchas veces sola. Ella debe estar tranquila porque ha hecho todo lo humanamente posible. Ahora estamos en una situación que nos produce tristeza, porque no hicieron lugar al pedido por homicidio calificado y Nuri fue la primera que en 2005 insistió con eso, porque implicaba un juicio por jurado y la posibilidad de una pena de prisión perpetua. Desgraciadamente nos han dicho que no y ahora la Corte de Mendoza dio la orden de hacer de forma urgente el juicio contra el imputado (Marcos) Graín, quien es el autor del crimen junto con los demás… No me cabe en la cabeza cómo un femicidio puede prescribir. Un delito tan grave, un crimen tan horrible. Así estamos, pero debemos seguir luchando”.
Antes de que los abogados Guillermo Rubio y Celeste Marchetti hablaran sobre la demanda civil contra el Estado, Nuri agradeció a todas las personas que la han acompañado en marchas, a los mismos abogados, a quienes le mandan mensajes de aliento, a quienes fueron amigos de la Poli, a sus profesores del Polivalente y a todo aquel que aún la recuerda. Ella se siente impotente ante tanta injusticia. Ha golpeado demasiadas puertas y está agotada. Cuando inició esta lucha tenía 56 años de edad y hoy tiene 73. “Cómo creer en la justicia cuando llega tan tarde… y si es que llega. Ya no es justicia, es una palabra que va y viene, pero que no se aplica. Eso es lo que más quiero, justicia, y acá falló. Parece que la balanza se inclina hacia los delincuentes y lo estamos comprobando. Cada vez hay más femicidios, que me perdone el Dr. Juri, pero yo ya no quiero seguir más, es muy duro para mí seguir luchando en vano, muchas gracias a todos”.
Cuando Nuri dijo esto hubo silencio. Más de uno de los presentes entendió que Paula no puede ser una estadística más. Que atacar a una mujer destruye el tejido de la sociedad. Que mientras no haya unidad, no habrá cambios. “¡Nuri, Nuri!, acá no se rinde nadie. Vos hiciste una promesa y te vamos a acompañar a cumplirla. Pudimos desnudar el mal funcionamiento del Poder Judicial, lo mal que actúan ciertos funcionarios, vamos a caminar todes juntes de la mano”, dijo la abogada Celeste. También intervino la profesora Julieta y le dijo: “Gracias a tu lucha, tus palabras son transmitidas en el aula por un montón de docentes y personas que están codo a codo con vos, y hoy estos chicos del club de lectura (Ese primer libro), tanto de San Rafael como de San Luis, han querido escucharte. No bajes los brazos que somos un montón que estamos con vos”.
Nuri retomó la palabra y se acordó de Poli: “Era un ser humilde, quería ser amiga de todos, amaba la escuela, quería que todo el mundo pintara, aunque hay gente que ha dicho cosas feas de ella. Una vez un profe le dijo ‘Toledo, usted pinta muy bien’ y ella se sentía orgullosa”. También recordó las amenazas de muerte que recibió y las pruebas que se “perdieron”.
“Paula no descansa en paz”, dijo.
El abogado Guillermo Rubio contó que, junto a Celeste, se ha pedido que se condene al Estado provincial a implementar todos los programas que sean necesarios en la prevención, control, investigación y reparación de los casos relacionados con violencia de género, que además de la respuesta carcelaria, se debe tener una mirada amplia hacia las víctimas y más en casos en los que la mujer se encuentra muy vulnerable. “El Estado ha contestado la demanda y nos ha dicho que no tiene responsabilidad. Que la investigación está fantástica, que no hubo una actividad deliberada del cuerpo médico forense en destruir pruebas y que la pérdida de la ropa de Paula tampoco fue deliberada, que no hay responsabilidad estatal en la pérdida de la custodia del lugar donde encontraron a Paula y del lugar donde fue asesinada, niega que haya ocasionado daños, que haya restado a la Justicia 17 años después. Este Estado provincial tiene la caradurez de decir que 17 años es un tiempo razonable para una investigación, da vergüenza”, lamentó.
Mattacota había prometido que sería un día para mimar y brindar ternura a Nuri. Por eso, los chicos del club de lectura “Ese primer libro” le regalaron algunas palabras: “Aunque tus ojos reflejen cansancio, lograste lidiar con el mundo. Aunque tu cuerpo pida que aflojes, sé que no vas a parar de dar batalla contra aquellos que desprecian tu lucha… tu lucha es la de todos nosotros…”. Otro chico escribió: “Después de la noche más oscura viene el amanecer. Aunque a veces salir adelante nos resulte difícil y nos parezca imposible, nuestro esfuerzo vale…”. Y el último texto empezó así: “A la mujer más fuerte del mundo…”.
Antes de cerrar la videollamada, Nuri agradeció a la gente del CIC El Sosneado por lo que hicieron el año pasado para no olvidar a Paula: la escultura en bicicleta de Poli y la presencia de las maestras y los niños que leyeron poemas e hicieron rondas de juegos.