Por Mayrin Moreno Macías
Foto: Sergio Pantaley
Marcos Martínez experimenta un raro goce cuando toma la palabra. Aunque se le dilate el pecho, le dé taquicardia o su piel palidezca, es una acción que no puede evitar. Lo invade un ingente placer. Y no es que va por la vida discutiendo con quien se tope por el camino, detrás de esas gafas y ese pelo largo yace un Cicerón.
El próximo 1° de octubre este escritor, director de teatro, docente y performer presenta “Yo contra el mundo”, una obra narcisista -como él mismo la define-, una narrativa del enfrentamiento. La historia de un desconocido que resulta la historia de su tiempo: la crisis de 2001, Cumbre de las Américas de 2005, enfrentamientos con varios funcionarios… Una invitación a pensar la violencia, la victoria y el fracaso.
Se transmitirá en vivo por el canal de Youtube del Centro Cultural Recoleta. Ese día, la escritora Mariana Komiseroff iniciará con su performance “Sorpresas idiotas”. “Me pone muy contento que haya aceptado mi invitación. Ella viene de publicar en Planeta y es muy conocida en Buenos Aires. A lxs dos nos gusta trabajar juntxs, sentimos que aprendemos del otrx. Para este día invitó a Kbsonia a tocar en vivo también en su perfo y funciona muy bien su texto despiadado con la dulzura de la canción. Los trabajos estarán disponibles solo por ese día”, dice el autor de Liniers, el traidor (2012), Geografía de la villa para principiantes y Cuentos prescindibles (2015), y Gaslighting (2018), los tres ganadores del Certamen Literario Vendimia.
Su punto de partida son los enfrentamientos verbales con el intendente de San Rafael, el director general de Escuelas de la Provincia, la coordinadora de Educación Superior y dos abstracciones: la Legislatura provincial y la SADE. “A partir de ese material comienzo a pensar en lo que me constituye como sujeto político y todo me remite a mis 17 años: diciembre de 2001, el descrédito de una clase política, la crisis de representatividad… Comienzo a preguntarme cómo llega a los varones la idea de la violencia a través de la cultura y cómo paso de la violencia física (con pésimos resultados) a la violencia verbal contra el Estado (mejores resultados)”.
No héroe
Su amiga Mariana Komiseroff dice que en “Yo contra el mundo” lo político está en primer plano, mientras que la historia personal es la excusa. “Es como si en vez de ‘Lo personal es político’ fuera ‘Lo político es personal’. Es un tema el narcisismo, lo asumo, me hago cargo, pero es un narcisismo crítico. Si bien cuento mis versiones de los hechos, nunca son heroicas. En la primaria me peleé tres veces, perdí dos casi por KO y en la tercera digamos que gané por puntos. Eso también está en la obra. Yo creo que ahora los funcionarios van a tener miedo a ser mis actores de reparto de próximas obras, así que quizá no discutan tanto conmigo”.
Marcos asegura que no le atrae el conflicto. Es un rebelde con causa, “con muchas causas”, dice él. “Esas causas a veces generan archivo y del archivo a la obra documental hay un paso. A nivel colectivo creo que la historia de un sujeto es la historia de su generación. A nivel personal me gusta mucho lo asambleario, me da mucha adrenalina tomar la palabra, pero no puedo dejar de hacerlo. Con el tiempo, y gracias a este pueblo chico en el que vivimos, cada vez que tomo la palabra o que discuto hay alguien que tiene una mirada atenta, que saca un teléfono o una cámara más profesional y me filma. Quizá mis mejores peleas no están filmadas, no lo sé, no lo he pensado”.
–Cada vez que discutes con el poder, ¿lo asumes como un performance?
–No, la perfo está después. Lo primero que aparece en “Yo contra el mundo” es el archivo, es decir, los videos de mis peleas con los funcionarios. A partir de ahí comencé a trabajar en el texto, en una cronología, con preguntas en torno a la historia personal y la violencia. Lo que me gusta de los biodramas o del teatro documental en general es que cualquiera puede hacerlo. Revisar su historia personal, encontrar un archivo, pensar en una narrativa y en el cuerpo presente performando algo. Es muy sencillo en realidad. Es un género que no necesita grandes destrezas. De hecho, me llama la atención lo poco desarrollado que está el género en Cuyo en general.
–Muchas de tus críticas tienen que ver con la situación de la educación en Mendoza. ¿Qué opinas sobre el proyecto para una nueva ley de Educación?
–Creo que ese es material para otra nota y que hay gente más formada y preparada que yo para hablar sobre el tema. La ley me parece nefasta por donde se la mire y creo que debemos oponernos con toda la fuerza y astucia de la que seamos capaces. Creo que la idea de municipalización de la educación va a ser repudiada por arriba también, es decir, por los municipios, aunque sean oficialistas. De fondo es la historia de siempre achicar el Estado, porque Suárez no puede pagar la terrible deuda que dejó Cornejo y tampoco puede asumirla como “pesada herencia”. Pero a este Gobierno ya le impedimos que modifique la 7.722 y eso que estábamos de vacaciones. No hay que subestimarlos, pero ellos tampoco al pueblo mendocino.
Ficha técnica
Sorpresas idiotas
Texto y perfomance: Mariana Komiseroff
Música original: Kbsonia
Audiovisual y asistencia técnica: Pilmaiquen de la Cruz
Yo contra el mundo
Texto y performance: Marcos Martínez
Asistencia de dirección: Mariana Komiseroff, Yamila Forte
Actores invitados: Emir Félix, Jaime Correas, George W. Bush, Policía de Mendoza