Joana Domínguez, campeona mendocina de Malambo: “Las chicas también podemos zapatear y hacerlo muy bien”

Texto y fotos: Mayrin Moreno Macías

Cada vez que Joana Domínguez zapatea, se olvida del tiempo. Se concentra y en dos o tres horas viaja a un mundo lleno de felicidad y adrenalina. Se siente completa. “Subir a zapatear” es como un ritual. “El corazón encuentra un motivo por el cual latir, más allá de solamente vivir”, dice.

A medida que se coloca el atuendo, se transforma: el “cribado”, el pantalón de montar, la faja elástica, el cinturón de cuero adornado con yunta de alpaca, la camisa de seda, el poncho calamaco con divisas militares, la galera y las botas de potro. “Todo tiene una historia, un porqué”, completa la primera Campeona Provincial de Malambo Femenino de Mendoza.

Hace unos días ganó el primer certamen a nivel provincial de Malambo femenino y masculino, «Mendoza por nuestro folclore 2020», que organizó de forma online la Municipalidad de la Capital de la provincia. El jurado estuvo conformado por los profesores de Malambo Franco Agüero, Gustavo Vergara y Darío Domínguez, de Mendoza, y Sergio Pérez, de Buenos Aires.

En una primera etapa clasificaron cinco chicas a la semifinal,  luego tres de ellas pasaron a la final y Joana resultó ser la ganadora. “El certamen fue completamente online, cada una de nosotras enviábamos nuestros videos para que fueran evaluados por el jurado. La Municipalidad de Mendoza dispuso de un premio en efectivo y de premios especiales”, dice Joana.

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El Malambo: un mundo donde el corazón se te sale del pecho

Joana desde muy chica baila folclore. Con tan solo 9 años empezó su camino en la escuela artística San Francisco Solano. Su madre la llevaba todos los días por las tardes. Luego por muchos años fue bailarina del Grupo de Danzas Folclóricas San Rafael. Ya en esa época, siendo una adolescente aún, descubrió el significado de la danza.  “En ella encontré la manera de expresar mis sentimientos. La danza se convirtió en parte fundamental de mi vida”.

Hoy “Joa”, como le dicen sus amigos, tiene 33 años de edad, cursa el 1er año del Profesorado en Informática  y también da clases de Danzas Folclóricas y Malambo, preferentemente femenino. “Soy una apasionada de lo que hago. Me gusta aprender y poder transmitir todo eso que voy aprendiendo. Soy muy disciplinada, valoro y respeto a quien me toque tener enfrente como maestro”.

–Y el Malambo, ¿qué significa para vos?

–Siempre fue la unión que tenía y tengo con mi hermano. Él fue quien me inició en esto. Es una puerta a un mundo donde sentís que podés contra todo, donde el tiempo no corre, un mundo donde el corazón se te sale del pecho. Es maravilloso.

Para ella es fundamental expresarse con valentía. Le ha pasado que después de bajar de un escenario y de recibir aplausos, le han retribuido palabras de aliento por ser referente y representar a esta disciplina que siempre fue vista como masculina. “Muchas chicas de la provincia comenzaron a zapatear después de verme. Y otras que ya lo hacían, pero de una manera más reservada, empezaron a mostrar sus trabajos al ver que las chicas también podemos zapatear y hacerlo muy bien” .

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