Por Eliana Soza Martínez
Bolivia
Lorena Escudero es española pero actualmente vive en Cambridge (Reino Unido). Una doctora en Física que se convirtió en escritora de minificción
La experiencia en el género de microficción es amplia para Lorena Escudero, debido a la participación en antologías y sus tres libros publicados, cada uno con una personalidad propia. “En general me gusta la gente que es ‘rara’, que piensa diferente, e intento que mis personajes sean un poquito así”, nos dice al describir el proceso de creación de los protagonistas.
La participación en el colectivo Minificcionistas Pandémicos le planteó nuevos retos que asume de forma creativa.
–¿La intersección de las palabras con los números es una característica de tus escritos?
–De algunos de ellos sí. Formulario es mi segundo libro de microficción y surgió de la pregunta que alguien me planteó en un encuentro literario, acerca de cómo creía o veía que mi formación científica afectaba mi escritura. Es una cuestión que me interesa, y con Formulario me propuse que cada microficción estuviera basada en una fórmula o un concepto físicos o matemáticos. Pero no todo lo que escribo es así, Formulario fue un reto. En cambio, en mi primer libro, Negativos, hay solo un par de ejemplos donde los números están presentes.
–¿Cómo se relaciona la minificción con tu personalidad?
–Como lectora, me gusta y me inspira mucho leer microficción o minificción, y también relato corto. Me encanta no salir ilesa de esas lecturas, que me presenten apenas un retazo de la historia como una imagen única, como una fotografía (o un negativo), para después seguir pensando en ella, seguir imaginando. Y a la hora de escribir, me encanta la libertad de la microficción, poder jugar con su musicalidad, con su estructura, hacer textos que puedan ser a la vez poéticos, por ejemplo. Además aprecio mucho la concisión, un poco también por mi formación científica, ya sabes, simplificar una fórmula al máximo o reducir el número de líneas de código. Así que creo que mi personalidad combina bien con este género.
–¿Con qué personaje tuyo o de otro autor (a) te identificas? ¿Por qué?
–La verdad es que no se me ocurre ninguno en concreto… Supongo que todos nuestros personajes tienen algo de nosotros mismos. Incluso si las experiencias o las opiniones no son nuestras, siempre hay algo que ponemos de nosotros mismos cuando nos imaginamos esas situaciones y esas personalidades. Es algo que trataba de evitar cuando empecé a escribir historias, hace como veinte años, y procuraba distanciarme todo lo posible del personaje, pero que ya no hago y me lleva, por ejemplo, a crear más personajes femeninos. En general me gusta la gente que es “rara”, que piensa diferente, e intento que mis personajes sean un poquito así.
–¿Cómo ha sido tu experiencia como parte de los Minificcionistas Pandémicos?
Está siendo una experiencia muy positiva, un regalo inesperado de esta pandemia, el formar parte de este grupo y conocer a escritores de todos estos países. Y un nuevo desafío, escribir sobre cada temática propuesta y grabar vídeos, que hasta ahora no había hecho nunca.
–¿ Cuáles son tus proyectos para el futuro?
Ahora mismo estoy terminando mi siguiente libro de microficciones. Es un proyecto que comencé al terminar Negativos, todavía en la época del doctorado en Valencia (allá por 2012), y que ha tenido ya varias fases de corrección y re-elaboración. Además, cometí la locura de ilustrarlo (con dibujos muy básicos), así que es un libro especial para mí, en el que estoy poniendo mucho trabajo. Tengo también otros proyectos abiertos en paralelo, como siempre me pasa: un par de ideas de conjuntos de microficciones, y otras para textos más largos… ¡A ver qué sale!