Por Yurimia Boscán
Isaloren es de esas mujeres que por dentro llevan un saco de mujeres: en ella habitan las hermosas negras de nalgas protuberantes, las tímidas niñas de los colegios de monjas, las tirapiedra adolescentes, las madres abnegadas pero firmes, las esposas que creen en que una casa es también asunto de los hombres. En su interior siempre andan de fiesta las amigas cómplices, las artistas, las poetas, las que cantan por la vida, las que cocinan sabroso, las que hacen el amor al leer un poema…Tiene países en sus brazos y piernas con banderas escarpines, banderas trapos-de-cocina, banderas pantaletas, y banderas curitas…
La conocí una de esas mañanas memorables cuando uno pilla al otro comiendo chocolate y sabe que se te va a meter en el bolsillo de las querencias para engarzarse en tu corazón hasta que una pandemia las separe…
Credo de Isaloren Quintero Bernal
Yo, ocumareña, tuyera, mirandina, venezolana, latinoamericana, planetaria, terrícola e intergaláctica, nacida en el territorio libre de los sueños, me declaro militante de la vida, el feminismo y el amor y digo:
Creo firme e irreductiblemente en todo lo hermoso del mundo…
Creo en todas las Diosas adoradas y por adorar: en Isis, en Afrodita y Yemayá, en María Lionza, reina de la Montaña, en la Tara Verde, en Ishtar y en todas las que no están en un altar, pero caminan y trajinan la calle.
Creo en brujas, magas, hechiceras, adivinadoras, curanderas, rezanderas, y en todas las trasgresoras del orden patriarcal.
Creo en los brebajes, en las pócimas y mejunjes para curar todos los males del cuerpo y del alma.
Creo en las mujeres, todas las mujeres, y en la primera de ellas, Lilith, que nos libera de la culpa y nos regala el placer que merecemos.
Creo en Gracia María de Tovar, la negra esclava que se compró a sí misma para ser libre.
Creo en Hipatia, en Olympe de Gouges, en todas las Juanas: la de Arco, la Avanzadora y la de la Cruz.
Creo en la dignidad de Ana María Campos; en la valentía de Rosa Parks; en la aventurera Amelia Earhart; en las palabras brillantes de Gabriela Mistral y Teresa de la Parra; en la osadía de Eva Duarte, en la inteligencia de Marie Curie; en el desparpajo de Frida; en la biblia que es El segundo Sexo, de Simone de Beauvoir; en la mirada seductora de Colette; en las manos prodigiosas de Camille Claudel y en la inocencia de Amélie Poulain.
Creo en el verbo: el de Lydda Franco Farías y el de Dulce María Loynaz.
Creo en la sublime pasión de María Calcaño, que debe encender a todas las mujeres.
Creo en las abuelas, en todas las abuelas amorosas, alcahuetas y sabias.
Creo en lo inverosímil, en lo que no tiene explicación científica, en lo que no se ve pero lo sientes y te crispa el alma.
Creo en Bolívar y el Ché, como testimonios de una revolución posible.
Creo en la canción del panita Alí Primera.
Creo en el violentado Sur, en la saqueada África y en el indomable Caribe que nos corre por las venas.
Creo en las montañas azules de mis Valles del Tuy, en las arañitas verdes de mi jardín y en las piedras que me acompañan y me hablan.
Creo en La Cofradía de mujeres porque desde hace 18 años estamos juntas,
y para siempre.
¡Creo, creo, creo en ti, así, no más!
ISALOREN QUINTERO BERNAL
(Ocumare del Tuy, 1972). Es licenciada en Trabajo Social, locutora, feminista y defensora de los derechos de las mujeres. Ha participado en recitales de poesía y su trabajo ha sido reconocido con importantes premios literarios y publicaciones. Pertenece al colectivo poético Los Nadie, referente cultural en los Valles del Tuy, del estado Miranda.