Por Mayrin Moreno Macías
“El contacto con la tierra es sanador. Es simplemente reconocerte parte de un universo maravilloso que cada día te hace sentir más humilde y respetuoso de lo que te rodea. Ese es un gran mensaje para las futuras generaciones”, dice Laura Tiburcio. Ella, quien es técnica agrónoma, impartirá el primer nivel del taller Huerta Orgánica Biointensiva, a realizarse del 11 de agosto al 1° de septiembre con el apoyo del Rancho Cultural La Condorera de la Villa 25 de Mayo.
Las clases se darán dos veces por semana vía Zoom y las consultas se realizarán por Whatsapp. Será intensivo y los grupos serán pequeños para que puedan armar su diseño de huerta en casa.
“La ventaja de tomar las clases es que allí haremos algunas prácticas en la huerta que se conformará en La Condorera o en sus propias casas. En septiembre se realizaría el nivel 2 para conocer más sobre plagas, enfermedades y control orgánico, aromáticas y flores”, dice.
En el nivel 1 se explicarán nociones elementales: qué es la agroecología, cuáles son las condiciones ideales del suelo, la formación, la nutrición y el compostaje, la resiliencia y sanidad del suelo y, por ende, de los cultivos. Además, saber qué se puede sembrar en cada época. Por ejemplo, en invierno: arveja, ajo, cebolla, acelga, lechuga, repollo, rabanito y zanahoria. En primavera: tomate, choclo, morrón, zapallo.
Otro modo de habitar la tierra
“Agroecología es conexión con la tierra, con el ambiente, con uno mismo, en el ser interior y en el silencio activo, conexión con el otro, en un trabajo comunitario y para futuras generaciones. Cultivar la tierra de forma orgánica o agroecológica es diseñar sistemas eficientes, resilientes, biodiversos o sostenibles, promover la soberanía y la seguridad alimentaria. La biodiversidad es la base de la vida en el planeta”, sostiene Laura.
Ella desarrolla huertas orgánicas y algunas comunitarias desde el año 2014 en Mar del Plata. Sus estudios iniciaron en los años 70 y 80 con Artes Plásticas y Arquitectura, hacia los 90 se adentró en el paisajismo y luego se recibió como técnica agrónoma. En su provincia natal, Mendoza, trabajó en paisajes sustentables, remediación ambiental y plantación de especies autóctonas. Afirma que las huertas orgánicas tienen el encanto del jardín biodiverso, donde se copia a la naturaleza y se cuida al ambiente. “El agua, la tierra y el aire son solo recursos que aprovechamos y que debemos proteger con urgencia para nuestros hijos. El trabajo comunitario es codo a codo y también terapéutico. Sabés que preparás tus alimentos sanamente y también jugás y disfrutás. Este camino que elijo cada día es otro modo de habitar la tierra, elijo respetarme cultivando orgánicamente lo que consumo y respeto al otro su alimento y su hábitat. Me reconozco parte de un todo que debe actuar en consecuencia, por eso también elijo transmitir lo que aprendo cada día más”.
Laura explica que se puede sembrar en espacios pequeños y que solo hay que tener en cuenta una serie de factores como el sol, la sombra, el viento, la orientación. “Son pequeñas variables que te permitirán planificar. Hacer una huerta es como hacer un jardín. Imaginalo con plantas verdes y flores donde vendrán mariposas y abejas, seguro. Un espacio para trabajar en familia. Cada uno puede tener una tarea”.
Para consultas sobre temas a desarrollar, horarios, costos y promos pueden comunicarse por Whatsapp al 2236232660.