Por Yurimia Boscán
Joel Linares Moreno es un soñador irreductible que cree fervientemente que todos los sures de la Galaxia tienen los mismos derechos que los nortes, y a ello apuesta escribiendo poesía con su ser y su hacer. Nació en Caracas en 1973, pero vive en los Valles del Tuy, así que diariamente recorre un montón de kilómetros para hacerse de su trabajo, en el canal de TV Telesur (Venezuela).
Como buen quijote, Joel tiene su corazón en la educación popular y la promoción de la cultura. Su obra, que cuenta con el respeto y reconocimiento de propios y extraños, lo ha llevado a diversos festivales nacionales e internacionales, entre ellos: el 18vo Festival Internacional de Poesía de La Habana, la Jornada de solidaridad con Venezuela en el Bolívar Hall de Londres, el Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo” y en el Festival Mundial de Poesía de Venezuela. Sus poemas han sido traducidos al inglés y al árabe y están publicados en antologías y revistas de Inglaterra, Estados Unidos, México, Argentina, Siria y Venezuela.
Desde hace dos años lidera el Encuentro Poético del Sur en nuestro país, donde gracias a la gestión de un poderoso equipo de locos comprometidos, se apodera de espacios no convencionales para dejar un rastro luminoso de poesía, llevando a los poetas invitados de Bolivia, Ecuador, Argentina, Chile, España, Puerto Rico, Italia, entre otros países, y a los connacionales a vivir experiencias mágicas en las calles, los barrios, las escuelas y los liceos de Caracas, pues para él “la poesía camina todos los días por la calle, los poetas deben tratar de codificar esa realidad y transformarla en palabra”.
CREDO DE JOEL LINARES MORENO
Creo en el barro que juega con la paja, que se hace canasta
en las manos del niño, que se hace ladrillo de pirámide.
Creo en los tréboles de la escalera del barrio,
en el agua de mayo, en la lluvia cayendo sobre el zinc oxidado.
Creer es la senda para quien crea, crear sin creer niega la poesía.
Creo en las alas de la montaña, en las sílabas del viento,
en el murmullo de los rieles que crujen.
Yo creo en le derrota como escuela;
en la ternura, en la rabia,
en el forcejeo al filo del abismo.
Creando creo