Leer y ver en tiempos de cuarentena (XII)

Por Carolina Elwart

 

Se va el ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio) y llega el DiSPO, pero aún no sabemos qué sería. Mientras tanto, las películas y los libros son nuestro refugio. Y hoy les sumamos la música.

Las películas en versión musical son como los caramelos, media hora nos divide entre quienes las aman o las odian. ¿Qué hace a una película considerarla dentro del género musical?

Las primeras películas incluían fragmentos de canciones y bailes que no tenían relación con el argumento, sino que servían para mostrar técnicas cinematográficas. Luego con el tiempo la música y la coreografía se sumaron a la historia del film.

Tuvieron su época de esplendor en los 60, con títulos como «Mary Poppins» (de 1964, con Julie Andrews, ganadora del Oscar a la mejor actriz) y «Sonrisas y lágrimas» (de 1965, dirigida por Robert Wise, con Oscar a mejor película y mejor director). Luego el gusto del público cambió o las grandes productoras abandonaron la idea de los musicales.

En el público infantil, Disney retomó la idea en grandes películas como «La Sirenita» o «La bella y la bestia», mi heroína favorita no por bella, pero sí por incomprendida lectora.

Luego del año 2.000, ha habido varias opciones que han intentado reflotar el género.

 

 

Para las infancias

«Charly y la fábrica de chocolate»

Un hermoso  libro del escritor de Matilda, Roald Dahl. Una película que está musicalizada por cada intervención de los Umpa Lumpa, unos seres bajitos que acompañan al dueño de la fábrica en la aventura de los poseedores de los billetes dorados. El humor ácido, la crítica a la adultez y un tipo de infancia puesto en cada uno de los ganadores del boleto. Excelente actuación de Johnny Depp bajo la dirección del genial Tim Burton.

 

charly

 

«Encantada»

El mundo  de fantasía Andalasia tiene un príncipe que necesita casarse, una madrastra malvada, una damisela en apuros y amigos del bosque que están dispuestos a ayudarla siempre. Todo parece de cuentos de hadas hasta que ocurre lo peor: ella es enviada a un horrible lugar, que es nuestra realidad. Conocerá la maldad en persona pero también cantará muchas veces para hacer este mundo un poco más de cuento de hadas. Una excelente voz y actuación de Amy Adams y el pesimismo de Patrick Dempsey.

 

encantada

 

 

Para las adolescencias y disfrutar para los grandes

«Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet »

Una historia del viejo Londres victoriano. Hay un libro escrito en 2007 por el periodista Peter Haining que asegura que la historia del barbero es cierta. De esta leyenda surge un excelente musical con las actuaciones de  Johnny Depp y Helena Bonham Carter. La historia es la venganza de un barbero encarcelado durante 15 años. Su navaja será el instrumento pero nada se desperdicia, será la dueña de la pastelería la que aprovechará la venganza para crear deliciosos pasteles «humanos». Una mirada oscura sobre una leyenda victoriana. Y un final para disfrutar.

 

barbero

 

«Los miserables»

Víctor Hugo, novelista y poeta francés, creó en el siglo XIX una de las grandes historias de la humanidad. La lucha entre el bien y el mal, la ética, la política y la vida. Su historia se inspiró en la vida de Vidocq, el gran criminal francés que inauguró la Policía francesa al redimirse. Esta tremenda historia será puesta en una película íntegramente cantada, con actuaciones tremendas de Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway y Amanda Seyfried. Una maravillosa escenografía y fotografía de la Francia de la época cierran una recomendación ineludible.

 

miserables

 

«La La Land»

Una historia dramática de 2016 interpretada por Emma Stone y Ryan Gosling. Ella es Mía, una empleada de una cafetería, pero su sueño es ser actriz. Por diversas situaciones terminará cruzando su vida con  Sebastian, un pianista de jazz desempleado con grandes ambiciones. El amor, los sueños propios y ajenos, qué seríamos capaces de hacer por ellos, son algunos de los temas que podemos ver en un film que intenta recuperar la idea del musical en el siglo XXI.

 

lalaland

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