Por Bautista Franco

La virtualidad da origen a nuevas prácticas y con estas vienen indefectiblemente nuevas experiencias. Así, en un club de lectura creado por la profesora de Lengua y Literatura Julieta Rabino, unos 20 estudiantes leen colectivamente y comparten sus experiencias con los autores de los libros que leen. Las redes están al servicio de la literatura.

Son alumnos del Centro Polivalente de Arte y del Colegio 22 de Unión (San Luis), que en mayo estuvieron de acuerdo en abrir un club de lectura a través de Instagram: «eseprimerlibro».

Julieta comenta que eligieron el libro «23 razones», de la escritora e ilustradora Cinwololo, por su extensión y su temática, «y armamos un grupo de Whatsapp, algo arriesgado ya que no todos se conocían y debían intercambiar experiencias».

Una de las primeras actividades  -explica- era que cada uno tome una foto del texto que más le gustó y lo compartiera en su historia mencionando a la autora. «A una de mis alumnas la escritora le responde la historia y comienzan a hablar, hasta que Cinwololo se suma a una reunión con los chicos del club y al grupo de Whatsapp» . En ese grupo comparten no solo sus experiencias de lectura, sino sus propias producciones.

Cinwololo es una escritora y artista plástica que publica a través de Editorial Sudestada. Recientemente escribió su segundo libro y decidió compartirlo de manera gratuita en las redes.

Para Rabino, «ha sido una experiencia positiva que nos ha dado más herramientas de las que esperábamos. A partir de esta experiencia, ya contactamos con otros escritores, esta semana terminamos el libro ‘Satrapía’, de Javier Roldán, y vamos a culminarla en una reunión con el autor. Las redes nos permitieron reunirnos por lo que nos interesa, que es la literatura. Después de esto decidimos seguir leyendo. Una de las cosas que acordamos es que después de leer los libros, debemos compartirlos con alguien para esparcir el amor a la literatura».