Fotos: Mayrin Moreno Macías
Quien conoce el barro, lo ama por el resto de su vida. Es el misterio que sorprende. La alquimia, la imperfección y la complejidad de los elementos: agua, fuego, aire y tierra. Es paciencia, es sentirse coherente con lo que se piensa y se vive, es sentir las manos y el alma desnudas, es magia…
Feliz día a los obreros del barro.