Por Mayrin Moreno Macías
Cómo olvidar el primer libro que uno lee. Es un suspiro perenne que habita en un pulmón. Abril Ruiz Márquez solo tuvo que hurgar en sus recuerdos de los 9 años, cuando su mamá le regaló “El jardín secreto”, de Frances Hodgson Burnett, para que se interesara en la lectura. “Me enganché en la historia cuando nos fuimos de vacaciones a unas cabañas en el Valle Grande. Creo que para cuando volvimos a casa ya lo estaba terminando. Recuerdo que me gustaba leerlo mucho de noche. Me hizo sentir fascinada que solo con abrir un libro podía adentrarme en un mundo único y lejano. Aún lo tengo en una estantería y en perfecto estado”, dice.
Sus libros favoritos, casi siempre, los lee en papel. A Abril le resulta más estimulante que leer en un teléfono. Ella tiene 15 años y ya terminó de escribir su primera novela. La tituló “Camino al Paraíso”.
“Es una novela del género fantástico, inspirada en fragmentos de la mitología argentina. Con criaturas como el Lobizon o la Luz Mala. En muchas partes tiene dibujos míos realizados a mano alzada. Estoy muy emocionada por cómo se va llevando este proyecto. Una de las razones por las que he avanzado tanto ha sido por todo lo que me ha enseñado Carolina Elwart. Actualmente, estamos en el proceso de corregir los errores, y retocar los capítulos y la historia, antes de publicarla”, explica Abril.
En su Instagram @artiwriter_palabraspintadas pueden leer fragmentos de su novela:
El fuego chispeaba en frente a él, bailando en lazos azules que desaparecían en el aire de la noche. La niebla lo rodeaba como un frío manto de la oscuridad, un manto muy parecido al que lo rodeaba aquella vez hace diez años.
Sus puños se apretaron inconscientemente al recordar el fracaso de aquella noche. Había sido tan tonto e imprudente en esa época. Incluso si hubiera logrado matar a su presa, eso no significaba que había ganado; solo significaba que había logrado juntar los fragmentos de su destrozado orgullo. Y si cabía la posibilidad de haber recuperado su honor como guerrero, aún había uno que otro gusano rondando en sus bosques y en su reino. Aún quedaba mucho trabajo por hacer
Ser escritora
Sus más grandes aficiones son escribir y dibujar todo lo relacionado al género fantástico. Acompaña sus relatos e historias con ilustraciones en formato tradicional o en digital. Cursa el tercer año de Artes Visuales en el Centro Polivalente de Arte y tiene pensado ser escritora. Quiere estudiar Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo Mendoza.
En este tiempo de aislamiento, Abril ha conectado más con la literatura. “Como toda rama de las ‘bellas artes’, es una forma de comunicación y expresión que me ha permitido ver la perspectiva de otras personas, de otros mundos, de expresar con una sola oración un pensamiento profundo. En mi vida la literatura es un modo de expresión en el que la palabra puede significar un mundo nuevo para el lector. Sobre todo el género fantástico”, dice.
–¿Cuál es la parte más gratificante de poder volcar tus ideas para que otros disfruten de ellas?
–Que puedo hacer que visualicen historias y mensajes que pasan por mi cabeza, para que se inspiren, para que compartamos una idea y que cualquier lector pueda llegar a una conclusión diferente y única a partir de unas pocas palabras.
–¿Qué libros recomendarías?
–Los de John Katzenbach, como «La historia de un Loco» o «El hombre equivocado».
–¿Qué le dirías a alguien que se inicia en la escritura?
–Que se inspire. Que lea de otros autores y géneros, y así desarrolle sus propias ideas.