Por Jaime García
Instituto Copérnico
Desde hace meses, los medios se han hecho eco de una noticia con cierto grado de sensacionalismo, referente a la visita de un asteroide de los que son considerados, desde el punto de vista astronómico, como cercanos a la Tierra o NEO, por sus siglas en inglés.
Se trata del asteroide 52768 (1998 OR2), que mantiene una órbita bastante oblonga alrededor del Sol que, en un tramo, se aproxima a la de la Tierra y, de allí, la asignación de ese título de NEO.

Este asteroide es de un tamaño relativamente pequeño si consideramos que hay un gran número de estos objetos con diámetros de decenas o centenares de kilómetros. El diámetro de 1998 OR2 es de entre 2 y 4 kilómetros, difícil de establecer con exactitud pues nunca ha estado suficientemente cerca como para determinarlo. Precisamente, por este diámetro es considerado un asteroide potencialmente peligroso aunque, en realidad, no representa peligro alguno, pues sus sucesivas aproximaciones serán bastante lejanas. Este 29 de abril de 2020, a las 6:56, el asteroide pasará a 6,3 millones de kilómetros de la Tierra, y pensemos que la Luna, de 3.476 kilómetros, está a unos 400.000 kilómetros de nosotros.
Por ser parte de la categoría de potencialmente peligroso, está constantemente vigilado por diferentes observatorios sobre la superficie de la Tierra. Uno de ellos, el de Arecibo, localizado en Puerto Rico, ha podido realizar una imagen de radar el pasado 18 de abril.

La imagen, bastante curiosa por cierto, muestra al asteroide con un aspecto de barbijo, de modo que 1998 OR2 cumplirá estrictamente con el aislamiento obligatorio por la pandemia del Covid-19: no se aproximará mucho y usa barbijo.