soy.camimarin@gmail.com y recopilo historias de amor

Por Mayrin Moreno Macías

 

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“Amigos, compañerxs de sentimientos, vengo a pedirles ayuda. En esta cuarentena estoy germinando un proyecto escrito, con el cual en un futuro rendiré Dramaturgia. Este primer paso consta en recopilar historias de amor. Historias, cositas que nos quedaron por decir, reflexiones. Les necesito💚 será confidencial, si sus historias llegan a un papel será de forma anónima. Les dejo mi mail con la esperanza de encontrarlo lleno, de encontrarnos como iguales, llenos de empatía, débiles, fuertes, rotos o ya enteros. soy.camimarin@gmail.com. Compartan y quédense en casita”.

Este es el mensaje que envió Camila Marín desde su jaula. Ella quiere encender la poesía de aquello que creemos poseer: el amor. Una palabra que puede causar un tsunami. Desde el arte intentará encontrar respuestas y compartirlas, pero está segura de que sus conclusiones no responderán a las preguntas de todos.  “Las maneras de percibir y reflexionar son tan personales… me encuentro mucho en los relatos que he leído, los duelos son similares, pero no iguales”.

La idea no nació de ver novelas, de hecho, no las soporta. Cursó Dramaturgia en el año 2018 y trabajó con la adaptación de «La niña de los fósforos», de Hans Christian Andersen. Luego, a principios de 2019, terminó una relación de tres años, pero aún permanecía en su cabeza. Así que empezó a escribir notas en el celular, en cuadernos y en todo  lo que tuviera a mano. “Tiempo después, elegí esas notas como material. Se cruzaron varias ideas, las primeras involucraron a Elvira Sastre y parte de su obra «Días sin ti», pequeñas fuertes poesías que narran los primeros 12 días de una separación. Más tarde, dejé de trabajar en este proyecto y fue hasta ahora, hace unos días, que vi la serie «Cartas a mis ex» en Un3tv, y lo retomé. También se sumó el descubrimiento de Jazmín Ducca y su proyecto «#leftunsaidproject», pueden buscarla en Instagram”, dijo.

Para Camila, esas cuatro letras representan un universo. “El amor, hoy por hoy, es muchas cosas. Siempre hubo personas arriesgando contra lo impuesto, lo patriarcal… pero hoy somos cantidad de gente probando cosas nuevas, experimentando, no solo el amor de pareja, el de familia, entre amigxs. Hay algo que para mí es importante en el amor, el cuidado. De uno, y del otrx. La tan importante responsabilidad afectiva. Miguel Gane dice: ‘Debemos aprender que el amor, más que un te quiero, es un te cuido’. Me parece que va mucho en el respeto y la sinceridad. La comunicación lo es todo”.

–¿La historia del teatro está llena de amores posesivos, pasionales, en resumen, de historias de amor romántico? ¿Buscas reforzar o cuestionar esa idea de amor?

–Ay, no estoy segura si el teatro está lleno de amor romántico, me parece que es una plaga vieja, hay mucho teatro bello, jaja, mucho teatro político. Nosotrxs desde el IPA, con el pequeño elenco de cuarto año, producimos siempre obras/escenas críticas. Desde primer año ridiculizamos el amor romántico o mostramos cuán peligroso puede ser. Nunca reforzaría la idea del amor romántico, lo cuestiono todos los días, como mujer y en este proyecto. Pero mi búsqueda no tiene un foco definido, como dije, está germinando. Lo primero que planteé con seguridad fue que no quiero terminar hablando de dependencia emocional, o amor romántico justamente, no porque los considere menos importantes, sino porque no quiero que el resultado final sea todo triste, jaja, me gusta la idea de leerlos y encontrarnos con lo bonito de las relaciones, con el aprendizaje y la transmutación.

–Hay personas que con el tiempo le dan otro significado a la ruptura y entienden las relaciones pasadas como aprendizajes para las relaciones presentes y futuras. También hay quienes desprecian ese pasado y lo consideran totalmente negativo. ¿Esto tiene que ver cuando mencionas  sentirte extraña?

–Exacto, hace varios días releí mi material, lo que quedaba de él, que para mal o para bien, eran solo las últimas notas, de tantas… Cuando leí, no me encontré, sentí el recuerdo adentro, por un segundo mi cuerpo se sintió igual que antes e inmediatamente busqué una foto, me miré y no me reconocí. No pude creerlo, es eso, me sentí una extraña. Es mucho el aprendizaje.

 

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Ella, Camila

Camila no se define porque piensa que el ser humano muta a cada minuto. Le gusta poder decir que no y hacer cosas con su pelo, las trabitas, los colines, los colores; escucha Babasónicos, le gusta el cigarrillo, sus gatos y perros; mira películas, series, animé; su paladar enloquece con los fideos con tuco y queso y los medallones de menta. Algo que considera que le ha traído problemas es su ansiedad social, pero pesa más la balanza hacia su accionar y su militancia por la justicia.

Acerca de la cátedra que cursa, cuenta que es muy didáctica. Su profesor es el dramaturgo Marcos Martínez. “Uno como estudiante escucha ‘dramaturgia’ y piensa ‘cómo voy a hacer para escribir un guion…’ y te encontrás con un mundo de posibilidades, como este proyecto. Es superactiva y divertida, vas escribiendo y vas eligiendo a compañerxs que representen tus ideas, de su interpretación nacen cosas que vos jamás pensaste y así, es como una bola de nieve. Y el profe es un superguía, nos acompaña mucho, a toda hora”.

–¿Contarás tu o tus propias historias de amor?

–Sí, mis notas, intentos de poesías, mi historia de hoy y mis conclusiones van a estar en la obra final, no sé bien en qué lugar, si haré saber si son mías o estarán mezcladas como anónimas, pero es seguro que estarán ahí.

–¿Qué has pensado estos días de cuarentena?

–La cuarentena es algo muy loco, ¿no? Parece una peli.  Me cuido, agradezco todos los días por los privilegios que me han tocado, salgo al patio, pienso cuántos mails habrá cuando abra la aplicación…

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