Por Camilo F. Cacho
Ana Frank permaneció escondida dos años y medio junto a su familia. Afuera se libraba una de las batallas más crueles de la humanidad. Durante el aislamiento Ana escribió en un cuaderno. Volcó en él todos sus sueños, tejidos en la oscuridad del escondite. Alguna vez sintió ganas de salir. No lo hizo. Sabía de los perjuicios que le ocasionaría. Luego fue descubierta por la Gestapo junto a su familia. Todos conocemos el final. Los sueños de Ana quedaron atrapados en un Diario que circuló por el mundo. Ella nunca pudo cumplirlos.
Marzo de 2020. El mundo se asemeja a aquellos días. Estamos encerrados. Una nueva guerra nos atraviesa. En nuestro país (Argentina) y en nuestra ciudad (Mendoza) estamos a tiempo de elegir quién gana la batalla. Ana Frank y su familia no pudieron. Nosotros sí podemos.
QUEDATE EN TU CASA. NO SEAS NECIO. ASÍ NADA NOS IMPEDIRÁ CONTINUAR ESCRIBIENDO NUESTROS SUEÑOS