Fotos: Mayrin Moreno Macías y Bautista Franco
Los alaridos llenan la calle. No son gritos de felicidad sino de lucha, de dolores. Encaran la realidad como un tropel que no se detendrá jamás y sin embargo no son todas: les falta Paula, Verónica, Fátima, Carla, Romina, Rocío, Guadalupe y tantas otras que no pueden marchar porque sus vidas fueron arrancadas.
Los carteles llenan la movilización: “Somos el grito de las que no tienen voz”. Un movimiento histórico que alcanzará paso a paso los derechos que le pertenecen, luchando hasta que dejen de ser halladas muertas, hasta que puedan decidir sobre sus cuerpos, hasta que la intolerancia y la indiferencia sean solo un mal recuerdo…
Hoy se sintió la fuerza de las mujeres, miles en la vanguardia de la historia, como cada 8 de marzo. Este lunes 9 otra vez harán temblar el mundo desde las 18 horas. Hasta que el machismo caiga o arda.